Esta semana nos reunimos para recibir el Informe del Consejo de Modernización de la Labor Legislativa. Con ello damos cumplimiento a uno de los anuncios manifestados en la Primera Cuenta Pública del Congreso Nacional, efectuada en julio del presente año, en la cual, junto con el Presidente de la Cámara de Diputados, nos comprometimos a crear esta instancia.
El Consejo de Modernización de la Labor Legislativa tuvo como misión formular un diagnóstico del proceso legislativo y, a partir de ello, elaborar propuestas destinadas, en especial, a mejorar el proceso de generación de las leyes, fomentar la transparencia y proponer nuevos mecanismos de participación ciudadana en el ámbito del Congreso Nacional.
A fin de responder al encargo, fueron convocados un conjunto de académicos, juristas, y funcionarios, todos ellos de reconocida trayectoria, quienes, ad honorem, trabajaron semanalmente durante tres meses, desde septiembre a la fecha, celebrando un total de nueve sesiones y cuatro audiencias públicas, en las que se trataron las temáticas en detalle.
Como resultado de este trabajo se formularon 21 propuestas, las que se encuentran desarrolladas en el informe, y de las cuales me gustaría destacar las siguientes:
En primer término, se propone crear tres órganos comunes de la Cámara y el Senado: Una Oficina de Evaluación de la ley, una Oficina de Técnica Legislativa, y un Órgano de Estándares Éticos Parlamentarios. Las dos primeras buscan mejorar la calidad formal y material de las leyes. La tercera tiene por objeto identificar y dar respuesta a situaciones que amenazan la legitimidad y valor de la función parlamentaria.
En segundo lugar, fomentar la participación ciudadana en el Congreso Nacional, a través de mayor difusión y perfeccionamiento de los mecanismos existentes, por ejemplo, extender el “senador virtual” al “parlamentario virtual”.
Además, se propone propiciar la intervención de la comunidad en las audiencias públicas de las comisiones a propósito del conocimiento de un determinado proyecto de ley. Para ello se propone, entre otras cosas, generar procedimientos claros para participar en estas instancias, celebrar sesiones de comisión en regiones y permitir el uso de medios telemáticos (videoconferencia, por ejemplo), como también generar aplicaciones web para fomentar la participación ciudadana.
En relación a profundizar la transparencia en el Congreso Nacional, se plantea la rendición de cuentas de cada parlamentario, con contenidos estándares y claramente explicados y celebración de audiencias públicas participativas en los distritos y circunscripciones por cada parlamentario. Asimismo se sugiere dar mayor transparencia al trabajo en comisiones, mediante debates, deliberaciones y documentación asociada a la tramitación de un proyecto de ley.
En cuanto a dotar de mayor celeridad y eficiencia al proceso legislativo, se insta a la creación de comisiones bicamerales para conocer proyectos de urgencia manifiesta.
También se propone uniformar prácticas entre la Cámara y el Senado en el proceso legislativo, a objeto de hacerlo más ágil y expedito; limitar el número de urgencias a proyectos prioritarios, a objeto de que éstas efectivamente puedan cumplir su función, cual es, acelerar el conocimiento de un determinado proyecto de ley.
Además, en el informe se propone fortalecer los equipos técnicos de apoyo, a objeto de mejorar la calidad de la ley. El Consejo también hace presente que si bien el Congreso pone a disposición de los ciudadanos on line y manera gratuita el texto actualizado de la Ley a través de la base de datos “Ley Chile” de la Biblioteca del Congreso, es necesario que dicha herramienta cuente con el carácter de oficial.
En el ámbito de reimpulsar la formación cívica desde el Congreso Nacional, se propone entregar herramientas a la ciudadanía para que conozca el trabajo legislativo y participe en las instancias de participación que existen, con el conocimiento adecuado.
En lo relativo a incorporar la tecnología en el procesamiento de la información del Congreso, la sugerencia es mejorar los sitios web de cada cámara, de manera que presenten una organización sencilla, permitiéndole al usuario identificar la información relevante y acceder fácilmente ella, como también el uso de herramientas tecnológicas en el procesamiento de la información generada en el Congreso.
Como podemos apreciar, se trata de propuestas interesantes, muchas de ellas novedosas y que implican importantes desafíos para el Parlamento, los cuales son propios del Congreso moderno y de altos estándares que queremos construir.
No me queda más que agradecer la labor de los Consejeros, del presidente del Consejo, al Secretario Ejecutivo y en general, a todos aquellos que de una u otra forma llevaron adelante este trabajo.
Damos por concluida una etapa y comenzar otra: la evaluación e implementación de las medidas propuestas. Se trata de un trabajo de largo aliento, que sin duda contribuirá a fortalecer el rol del Congreso Nacional.