En medio de uno de los veranos más calurosos de los últimos años, con restricciones de pandemia y la respectiva cuarentena, la salida al parque con nuestras mascotas es un momento preciado del día. Ya sea una vez a la semana o todos los días, cuando vamos al parque debemos procurar tener una sana convivencia entre mascotas y personas.
“Lo principal es respetar las normas de Tenencia Responsable de Mascotas. Así, los perros que tienen tutor o propietario, deben andar siempre con correa y bajo supervisión. No debiera pasar que un perro se acerque a una persona desconocida y su tutor esté mirando el celular, por ejemplo. No debieran ocurrir nunca interacciones sin supervisión”, advierte el académico de Medicina Veterinaria de la Universidad San Sebastián, Pablo Gómez.
El correcto comportamiento de las personas
Si eres una persona amistosa con los animales, existe una manera correcta de interactuar con aquellos que no conoces: “ofrecer las manos para que el perrito se acerque a uno y nunca acariciarlo por encima o por el lomo porque puede ser violento para ellos. Luego de ofrecer las manos, en el caso de que el perro tome la iniciativa, puedes hacerles cariño por el mentón y mejillas, que es lo más amistoso para ellos”, explica Gómez.
En este sentido, el Máster en Etología Clínica y Bienestar Animal de la Universidad Complutense de Madrid, menciona que “algo súper importante es preguntar a los tutores de las mascotas qué carácter tiene su mascota. Nadie, ni un especialista ni un veterinario debiese tomar una interacción activa sobre un perrito que no conoce si no es de forma respetuosa”.
Para no parecer amenazante, también hay tips: “Hacer movimientos bruscos o muy rápidos, intentar abrazar de manera sorpresiva, apretar o darle un beso, pueden ser señales fáciles de malinterpretar, donde el animal podría reaccionar de forma defensiva. Si te pones erguido y lo miras de frente, igual puede ser visto como violento por el animalito. La recomendación es mirarlos de reojo, realizar movimientos lentos y predecibles, e invitar a que el perro tome la iniciativa de comenzar un contacto físico con nosotros”.
“Y si una persona no quiere interactuar con la mascota, la mejor opción es simplemente ignorar al perrito”, dice Gómez.
Identificar las señales
Lo normal es que, si un perro se acerca de forma espontánea a una persona, es que busca una interacción amistosa, según describe el académico.
“Para los perros es común querer evitar el conflicto, por lo que si gruñe o ladra es porque prefiere que te alejes. Y aunque sí existen perros que muerden sin previo aviso, aquellos son excepciones, perritos que probablemente presentan un trastorno conductual”, menciona.
Así, es importante fijarse en el lenguaje corporal de los animales: “si tiene la cola alta, las orejas paradas en dirección a la persona, si muestra los dientes, si está gruñendo o ladrando, todo ese lenguaje corporal muestra que corres un riesgo o que ese perrito está incómodo en la situación”.
Finalmente, el experto en comportamiento animal explica que no todas las mascotas son necesariamente amigables. “La sociabilidad es un rasgo fundamental en los perros, es una característica de su especie. Sin embargo, la capacidad de interactuar con las personas depende de muchos factores: la sociabilidad temprana o el conocimiento de los rituales, las experiencias tempranas con personas y perros, los contextos. Es por eso que cada perro es un individuo particular cuyo carácter o conducta se fundamenta en las distintas experiencias que han tenido a lo largo de su vida”, señala.