‘¿Dona cinco pesos a la Fundación…?’, es una frase común que dicen hoy en día las cajeras de los supermercados y otros comercios asociados al entregar la boleta de la compra. Esa pequeña donación va directamente a las arcas de organizaciones de beneficencia y además facilita la entrega del “vuelto” a los clientes.
La propuesta del Banco Central y el ministerio de Hacienda de sacar de circulación las monedas de 1 y 5 pesos provocaría un ahorro de 60 millones de dólares, pero según un economista de la Universidad del Pacífico, también afectaría a las organizaciones de beneficencia que se ven favorecidas por esos pequeños vueltos que dejan los clientes de los comercios habilitados.Este típico escenario podría desaparecer con la propuesta del Banco Central y del ministerio de Hacienda que consiste en eliminar la emisión de las monedas de $1 y $5, con el fin de ahorrar el costo de su emisión que se estima en US$60 millones.
“Esta medida principalmente se basa en un análisis de costo-beneficio, debido a que el costo de fabricar la moneda es más alto que el valor de denominación, lo que incluso podría alcanzar a tres veces el mismo. Del punto de vista de la economía esto no tendría un efecto importante, ya que de acuerdo a estudios efectuados a los usuarios y al comercio éstos han señalado que las monedas de $1 y $5 se usan muy poco en las transacciones e incluso no son muy valoradas como medio de pago. El problema lo podrían tener las instituciones de beneficencia que se encuentran favorecidas por estos ‘vueltos’ que dejan los usuarios de los comercios habilitados, como supermercados, farmacias, etc. A esas organizaciones sí les podría afectar en sus ingresos por ese concepto”, explica Arturo Farías, jefe de carrera de Contador Público y Auditor de la Universidad del Pacífico.
Otra de las inquietudes que surgieron con la idea de eliminar la emisión de las dos monedas es que los tentadores precios que ofrecen los comercios terminados en 9 (como $999) podrían desaparecer. “El comercio se adecuará rápidamente a esta situación y evidentemente redondearan los precios, pero como son monedas de tan baja denominación, los efectos en los precios serán los menores también. Las personas no valoran este tipo de monedas para sus transacciones normales. Incluso es muy común, por ejemplo, ver que en los bancos, cuando pagan algún cheque, las personas no reciben o no retiran estas monedas de peso o cinco pesos. Como no se acostumbra a portarlas para el pago de alguna transacción, no afectará a las personas en su diario vivir”, concluye el experto en economía.