Durante 2015, uno de los anuncios más importantes de la presidenta Michelle Bachelet fue el que daba a conocer la realización de un Proceso Constituyente con miras a la creación de una nueva carta fundamental. Esta fue una noticia que causó impacto, debido a que la gran mayoría de chilenas y chilenos esperan con anhelo contar con una nueva constitución creada íntegramente en democracia.
La constitución es el techo común, es la casa de todos, por lo tanto, tener una carta fundamental que nos representa a la gran mayoría, es sin duda alguna un objetivo loable. El anuncio establecía una serie de etapas para poder llevar a cabo este proceso de elaboración de la nueva constitución, las que serán desarrolladas principalmente durante el 2016. Una de ellas es el proceso ordenado de diálogos y cabildos ciudadanos, los que partirán en comunas, provincias, regiones, para después terminar con una síntesis a nivel nacional.
Hace algunos meses, junto al Vicepresidente de la Cámara de Diputados y los presidentes de la comisión de Constitución de ambas cámaras, nos reunimos con el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, para proponerle que la Biblioteca del Congreso cumpla un rol fundamental en estos cabildos ciudadanos.
Finalmente, esta intención se transformó en una realidad, porque esta semana firmamos un convenio entre el Senado, la Cámara de Diputados, la Biblioteca del Congreso y la Segpres que tiene como fin precisamente la colaboración con miras a este proceso.
El texto establece como primer objetivo que las partes firmantes acuerdan desarrollar una alianza de cooperación, con el objetivo de apoyar la formación cívica ciudadana, el suministro de información pasiva y suplementaria y gestión de documentación que se genere con ocasión del proceso constituyente próximo a iniciarse en el país.
También indica que la Biblioteca del Congreso capacitará a los 216 facilitadores del proceso constituyente en dos ámbitos: en primer lugar, a fin de mejorar sus competencias informacionales en temas referidos a la Constitución Política, entregará un conjunto de habilidades que permitirán a dichas personas la búsqueda, gestión, evaluación y comunicación de la información necesaria para el desarrollo de su labor; y, en segundo término, capacitar en los contenidos de formación cívica generados por la Biblioteca del Congreso, vinculados al proceso constituyente.
La biblioteca además, pondrá a disposición de la ciudadanía, por medio del portal web BCN, servicios y productos que contribuyan a la información, discusión y análisis de los temas constitucionales. .
Además, se creará un equipo técnico que incluya la participación de las instituciones, estableciendo un plan de trabajo para el primer año de vigencia del convenio y se nombrará un coordinador general para su implementación
Tenemos la oportunidad histórica de que los políticos volvamos a reconectarnos con la ciudadanía, a través de una constitución que represente a todos los chilenos. Para este proceso constituyente, la Biblioteca del Congreso Nacional, que goza de prestigio, que da garantías de imparcialidad, va a jugar un rol relevante.
Estamos ayudando a pasar de una etapa en que hubo muchos temores, muchos cuestionamientos, a una etapa de certezas, porque la Biblioteca da garantías de asumir un liderazgo para que este proceso constituyente sea hecho de manera imparcial, objetivo, respetando lo que los ciudadanos quieran plantear para su futura constitución. Este convenio ayuda a fortalecer la democracia participativa.
Tal como lo he dicho en otras ocasiones, en las democracias hay cambios, no hay que tenerles miedo. Tenemos que actuar con las puertas y las ventanas abiertas para que entre aire fresco y podamos producir estos cambios que el país está esperando, como esta nueva constitución, una carta fundamental nacida y diseñada en democracia, que tendrá en un rol principal a la Biblioteca del Congreso Nacional.