Recorrido por las cuatro estaciones de evaluación permitieron visualizar la investigación de punta que se ha venido desarrollando durante los últimos diez años a través de diferentes proyectos vinculados a alternativas forrajeras y a estudios de alfalfa.
Fue la primera jornada abierta y gratuita a productores y técnicos después de casi dos años de 'pandemia'. El objetivo de realizar este día de campo era mostrar innovaciones, manejos y tecnologías en torno a los recursos forrajeros que los investigadores han estado evaluando.
El día de campo tuvo cuatro estaciones. En cada una las disertaciones estuvieron a cargo los principales referentes de la alfalfa en el INIA, los investigadores Carlos Ovalle, Luis Inostroza, Soledad Espinoza, Viviana Barahona y Fernando Fernández, quienes en esta jornada hicieron una actualización del conocimiento existente asociado a forrajeras para condiciones de secano. Todas concitaron mucho interés de los asistentes.
Soledad Espinoza en el módulo de evaluación forrajera, se refirió a los principales grupos de plantas que conforman la pradera. Mencionó diferentes especies de gramíneas como ballicas, leguminosas como trébol blanco y especies de hoja ancha como nabo forrajero, entre otros.
En este módulo se evalúan forrajeras que se puedan adaptar a las condiciones climáticas con, al menos, cinco meses secos. Aquellas especies que se desarrollan bien se instalan como (especies promisorias como) recursos forrajeros promisorios, que complementen la alimentación animal para las condiciones de secano. Hay otras que no se desarrollan bien, pero todas son evaluadas. Para los visitantes fue novedoso ver esta diversidad de especies, que no necesariamente son pradera sino que otros recursos de alimentación animal (forrajeros).
Carlos Ovalle expuso los estudios en alfalfa, refiriéndose específicamente a la variedad australiana llamada Sardi Grazer cuya característica principal es adaptarse a condiciones de pastoreo.
“Es una alfalfa que soporta el pisoteo de los animales ya sea de vacunos u ovinos. Esta variedad, al tener su corona enterrada posee ciertas características de rebrote que la hacen muy tolerante al pastoreo”. Este es el segundo año y por su capacidad de tolerar bien el pisoteo se han realizado tres usos en el año. Cada vez que se pastorea, agregó, “hemos observado un buen efecto regenerativo posterior al pastoreo, la pradera cada vez está mejor, sin enfermedades y sin malezas”.
Esta alfalfa está siendo utilizada con pastoreo directo por los reproductores toretes de la raza Angus Rojo y raza Hereford, que son las dos razas más adaptadas a las condiciones del secano por su rusticidad, prolificidad y capacidad de ser buenas madres. En el último crecimiento la alfalfa se destina a producción de heno.
Fernando Fernández presentó el módulo de los carnerillos en raza ovina Suffolk Down los que son alimentados con estas alternativas forrajeras para evaluar su desarrollo corporal y palatabilidad de los recursos forrajeros.
Cabe recordar que esta es una raza apropiada para la producción de corderos terminales, se adapta bien a climas de secano y es una raza excelente para pastar y buscar alimento.
Luis Inostroza mostró los cruzamientos que se están evaluando en busca de nuevas variedades de alfalfa.
“Tenemos 250 líneas que las obtuvimos de múltiples cruzamientos, donde podemos encontrar variadas características tales como alfalfas tolerantes a la sequía, alfalfas tolerantes a las altas temperaturas”.
Contó la historia de cómo se llegó a definir 10 variedades que actualmente están siendo evaluadas en 6 ambientes de Chile desde la Región de Valparaíso hasta la Región de La Araucanía.
“Este estudio nos va a permitir recopilar toda la información que exige el SAG y poder liberar una variedad. El resultado final va a ser la o las primeras variedades de alfalfa creada en Cauquenes para las condiciones de secano de Chile mediterráneo”.
Hay que destacar el valor científico de generar nuestras propias variedades y poder liberar una variedad comercial a los agricultores. “Esta es una variedad que puede costar entre un 20 y 30% más barato que las variedades importadas porque ya no hay que pagar royalty ni costos de importación”, comentó el especialista.
Este material fue establecido en Cauquenes donde se cultivó alfalfa durante cuatro temporadas de crecimiento. “Para sorpresa nuestra vimos que la alfalfa dura 4 temporadas de crecimiento, con precipitaciones de 500 mm al año, en un suelo pobre, de origen granítico y sin riego.
Los proyectos que han abordado esta investigación son los siguientes: “Nueva variedad de alfalfa tolerante al estrés hídrico, para la adaptación de los sistemas ganaderos al clima”, financiado por FIA. “Uso de cultivos naturales o ancestrales para el desarrollo de cultivares de alfalfas tolerantes al estrés hídrico y su extensión a agricultores de subsistencia en Kazakhstan, China y Chile”, financiado por Global Crop Diversity Trust a través del Ministerio de Agricultura de Australia”; y, “Estudio del potencial de germoplasma nativo de alfalfa para mejorar la tolerancia a estrés hídrico”, financiado por Fondecyt.
El proyecto FIA financia la caracterización agronómica de estas 8 líneas genéticas avanzadas. Además, forma parte de este proyecto el dar cumplimiento a los protocolos estandarizados que requiere el SAG para su registro.
“El Dr. Ovalle fue un pionero porque lo que hizo fue impensado para la realidad chilena”, comenta el profesional Luis Inostroza. “Nosotros trabajábamos con otras especies perennes como la lotera, que si bien era una especie que puede crecer en estas condiciones de suelo, nunca vimos el potencial de la alfalfa bajo condiciones de secano”. Actualmente “estamos buscando rescatar la tolerancia a la sequía intrínseca que tiene la alfalfa como especie adaptada a las condiciones de secano”.
Luis Inostroza, además, participa en el proyecto Fondecyt que dirige el Dr. Ovalle donde se encuentra a cargo de la caracterización genética de las líneas que se han desarrollado para identificar cuáles son los genes asociados a la tolerancia de la sequía de estas plantas. “Estamos desarrollando investigación de punta en el sentido que vamos a conocer la genética de estas líneas”. El especialista participa en la selección, los análisis estadísticos de la caracterización morfológica de las líneas genéticas y en el diseño experimental de los cruzamientos.
La ingeniero agrónomo Viviana Barahona, organizadora de la actividad, destacó la entusiasta participación de más de 130 agricultores, equipos técnicos y autoridades, provenientes de regiones diversas, para conocer de primera fuente los trabajos desde la recolección de semillas silvestres hasta la selección de líneas avanzadas, lo cual constituye un tremendo impacto tecnológico. El proyecto actual es con apoyo del FIA es “Nueva variedad de alfalfa tolerante al estrés hídrico, para la adaptación de los sistemas ganaderos al cambio climático”, que dirige el Dr. Carlos Ovalle Molina, investigador del INIA La Cruz.