El próximo 31 de octubre se celebra Hallowe'en, una fiesta muy esperada, especialmente por los más pequeños de la casa.
Sin embargo, podría convertirse en una “noche de terror” para las familias, si es que no se toman algunas medidas. Por eso, expertos en salud entregan algunas recomendaciones para evitar enfermedades estomacales, deterioro en la salud bucal, intoxicaciones por disfraces, entre otros.
Una de las preguntas habituales de los padres en estas fechas es sobre cuántos dulces deberían consumir los niños. La nutricionista de Clínica Santa María, Lissette Duarte, señala: “Lo que sugiere la OMS es que no se consuman más allá de un 10% de las calorías totales que necesita una persona como azúcares. Si esto lo llevamos a una porción habitual, lo recomendable es que sean entre 2 a 3 confites al día. Lo más aconsejable es que si reciben muchos dulces se guarden y se vayan proporcionando en cantidades adecuadas, que no los consuman todos en un mismo día”.
Pantoja aconseja a repartir dulces hechos en casa, algunas ideas son: |
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Con el fin de evitar que los pequeños ingieran más calorías de las que necesitan, la nutricionista de Clínica Biobío, Carola Pantoja, recomienda realizar la once o cena correspondiente antes de salir a recoger caramelos, esto es clave para que no se los coman todos”.
¿Cómo cuidar los dientes de los niños ante el exceso de azúcar?
También los dulces pueden dañar la salud bucal, por lo que es fundamental tomar algunas precauciones.
El Dr. Eduardo Salas, director Dental de Red Dávila, explica: “Es recomendable evitar aquellos productos que contengan azúcar añadida, los de consistencia pegajosa y de sabores ácidos, ya que estos van a permanecer un mayor tiempo adherido a la superficie dental. Es preferible consumir los que tengan sustitutos del azúcar. Otro tema importante es que después de la ingesta de cualquier elemento azucarado se debe realizar un correcto cepillado de la superficie dentaria”.
En qué debes fijarte antes de comprar un disfraz
La Dra. Grace Carrera, pediatra de Clínica Dávila Vespucio, recomienda que para menores de 3 años lo fundamental es que no contengan piezas pequeñas, bordes cortantes o cordones en las zonas del cuello, por el riesgo de asfixia o de atragantamiento. Además, agrega que para niños más grandes hay que fijarse que el material no sea inflamable, tanto en las máscaras, pelucas u otros accesorios. ”Siempre se deben revisar los sellos de seguridad y evitar, en lo posible, el uso de estos en lactantes", dice.
Por su parte, la Dra. Katherin Falck, directora de Calidad y Gestión de Riesgo de Help, aconseja: “Elegir disfraces que se ajusten adecuadamente a nuestro tamaño, tanto para niños como para adultos. Además, debemos considerar la temperatura y el clima del día de la festividad. Si se espera mucho calor, es preferible evitar disfraces gruesos o peludos que puedan generar sudoración excesiva y causar deshidratación. También es crucial recordar que cualquier máscara utilizada como parte del disfraz debe permitir una adecuada respiración, dejando los orificios nasales y la boca expuestos al aire”.
También el maquillaje ha cobrado cada vez más importancia y, en niños, hay que tener especial cuidado porque su piel es más sensible y con más posibilidades de alergia o irritación. Al respecto, la Dra. Carmen Gloria Fuentes, dermatóloga de Clínica Ciudad del Mar, advierte que a menor edad más absorción tiene la piel porque ocupa una proporción mayor en relación con el volumen del cuerpo y si son productos tóxicos mayor daño. “Mi recomendación es que se utilicen maquillajes hipoalergénicos y autorizados por el Instituto de Salud Pública”, indica.
Por otro lado, la dermatóloga agrega: “Como es una celebración que ocurre relativamente temprano, cuando todavía hay sol, debe existir fotoprotección, con una buena crema solar de SPF +50 e hidratarse con harto líquido porque, a veces, pasan varias horas caminando y se pueden deshidratar o producir quemaduras”.
