Paisajes de la densa selva de Gabón en la costa oeste de África Central, frutos tropicales, y una de las reservas de especies animales más importantes del mundo fueron parte de la infancia y juventud de la emprendedora Claudia Álvarez, quien vivió por cerca de 8 años en el país africano. Llegó hasta allá en los años 80 luego de pasar por Finlandia y España con toda su familia.
En 1990 su padre decide volver a Chile y traerse a todo su clan familiar. Primero llegaron a Talagante en la Región Metropolitana y posteriormente compraron terrenos en el sector de La Rudilla, en la comuna de Cartagena, donde Claudia reside desde hace 25 años junto a sus dos hijos y parte de la familia. “Al principio cuando recién llegué fue un shock el paisaje. Encontraba todo con tan poca vegetación, pero poco a poco me fui acostumbrando”.
De ahí en adelante Claudia tuvo que ingeniárselas para salir adelante. No quería estar lejos de sus hijos, así que decidió emprender sola y comenzó a trabajar con el tejido artesanal en lana “yo esquilaba mis ovejas y hacía todo el proceso de lavado, hilado y teñido. Tengo todas las máquinas, pero luego lo dejé porque mucha gente se dedica a esto mismo”, reconoce.
Hace unos tres años ingresó a INDAP a través del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) que le dio un nuevo impulso a su espíritu emprendedor, porque además de continuar con la crianza de ovejas, tiene energía de sobra para dedicarse a la producción de gallinas, de abejas, compost y su más reciente pasión: la artesanía en greda, material que descubrió por casualidad en su propio predio.
“Lo mío ahora es la greda. Aquí cada vez que hago un hoyo sale greda. En una oportunidad hicieron unos cursos en Casablanca, yo me sumé y me enseñaron a sacar la greda y otras cosas básicas. La materia prima está aquí mismo y yo siempre he buscado lo sustentable”, dice entusiasmada.
Técnica japonesa
A través del Prodesal recibe asesorías técnicas y capacitación en temas de comercialización, así como también la participación en giras técnicas. Además, se encargan de la sanidad de sus ovejas y gallinas. “Lo que me tiene feliz ahora es el horno que obtuve hace como dos meses a través de un proyecto de inversión de INDAP. Ahora ya puedo hacer todos mis trabajos sola”, comenta orgullosa.
Pero lo más notable del nuevo oficio de esta artesana es la técnica que ocupa para crear estas hermosas piezas. Se trata del “neriage” o “nerikomi” técnica tradicional japonesa que crea patrones con arcilla de diferentes colores que fueron utilizadas en Egipto, en la dinastía China y otras culturas hace ya varios siglos.
“Esta técnica japonesa es en el fondo la mezcla de colores de la greda. Aprendí con un tío que también hace cerámica. Para hacer este trabajo necesito mínimo dos colores diferentes de greda para crear dibujos como líneas u otros diseños. Hay greda blanca, roja y negra y depende del corte y dobleces que uno le dé a la masa para obtener el diseño. Todos son únicos”.
Los productos que ofrece esta emprendedora son principalmente utilitarios como floreros, fuentes para servir comidas, pocillos, jarrones y maceteros para plantas, entre otros objetos que van desde los mil pesos hacia arriba.
Proceso
El proceso parte con el chuzo y la pala con los que ella misma extrae el material de la tierra que luego es lavado y colado. Se espera la decantación de la greda por unas horas, se bota el agua y se empieza a trabajar el material. Primero amasando y uslereando la masa mezclada con greda de otros colores para luego darle forma en un torno.
Luego de haber creado los patrones de dibujo y haberle dado forma a la pieza, se le da una doble cocción: “La greda lleva doble cocción en horno eléctrico. Un primer bizcochado que es la primera cocción que se le da a los objetos de cerámica a 900 grados de temperatura, luego los saco, aplico un esmaltado transparente y los vuelvo a meter al horno a mil 50 grados. Ahí están varias horas, hasta que baje la temperatura del horno y se pueda abrir”, explica Claudia.
El resultado, hermosas piezas de cerámica esmaltada con diseños exclusivos e irrepetibles que han cautivado a los clientes del Mercado Campesino de INDAP que se instala todos los fines de semana en el pueblito de Lo Abarca. También se ha lucido en otros eventos feriales en los que ha participado esta artesana de Cartagena. Sus próximos pasos son dar a conocer su trabajo a más personas y mejorar la comercialización de sus productos que, dicho sea de paso, es un tipo de artesanía único en la región.
“El Ministerio de Agricultura a través de INDAP está trabajando para poder mejorar las capacidades productivas y de gestión de nuestros artesanos y que puedan desarrollar las competencias técnicas necesarias para mejorar su negocio y preservar la artesanía tradicional, en este caso con la greda, incorporando innovación y nuevas técnicas de trabajo rescatando el sello artesanal de sus productos”, destacó el Director Regional de INDAP, Fernando Torregrosa.