Hasta ahora, los buques de combate han sido normalmente comprados en el extranjero, ya sean nuevos o de segunda mano. El Plan Nacional Continuo de Construcción Naval busca modificar esta situación, reemplazando los buques de la Armada por Unidades nuevas construidas en Chile. Ésa fue la premisa del encuentro “Construcción Naval Continua” realizado por ICARE en el marco de las celebraciones por el Mes del Mar 2021.
La instancia, transmitida online desde la Academia Politécnica Naval, contó con la participación del Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Julio Leiva; acompañado por Juan Carlos de la Llera, Decano de la Facultad de Ingeniería UC; Heinz Pearce, Gerente General de ASENAV; y Pablo Correa, Vicepresidente de Banco Estado.
El Comandante en Jefe de la Armada inició el encuentro destacando que
“Tenemos una capacidad país que podemos desarrollar. Esta es una mirada distinta que le puede dar un tremendo potencial a la Marina y a Chile, y esa alianza público/privada es lo que le va a dar el sustento en el largo plazo. El país tiene un futuro muy claro en ese sentido y es un tremendo esfuerzo nacional, hay mucho por hacer y los que sigan por este camino tendrán una senda clara para llevarlo a cabo”.
Este cambio de paradigma y la conveniencia de construir nuestros buques de combate en Chile, en lugar de adquirirlos de segunda mano en el extranjero, está respaldado en un detallado estudio que realizó durante 18 meses la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, mediante una evaluación social y económica del reemplazo de la flota de superficie de la Armada.
De acuerdo a Juan Carlos de la Llera, Decano de Ingeniería de esa casa de estudios,
“Fue sorprendente desde el comienzo, porque varios de nosotros no teníamos experiencia en estudiar buques de esta naturaleza y complejidad. Se armó un equipo muy potente de académicos, combinado con el conocimiento ingenieril del manejo y desarrollo de proyectos de esta envergadura. La evaluación tiene una robustez única, sabemos que ninguna evaluación es perfecta pero tenemos respuestas para muchos temas que podrían ser levantados como inquietudes en la evaluación”.
Por su parte, el Gerente General de ASENAV, señaló que
“El país vive un proceso de desindustrialización, con excepción de la minería, en cuanto a manufactura, lo que podemos revertir con la Construcción Naval generando empleos con respaldos y garantías del Estado como aval. La manufactura e industria de la Construcción Naval en Chile potencia la absorción de la mano de obra no calificada, desde personal de oficio hasta tener un hombre altamente capacitado y con una remuneración por sobre la media. Otros países del mundo ya han adoptado esta política de incentivar el sector industrial orientado a preservar la Industria Naval”.
Finalmente, el último en exponer fue el Vicepresidente de Banco Estado, quien sostuvo que
“Existe un problema de productividad entre empresas grandes y chicas. Es evidente que las empresas pequeñas representan a una parte menor del producto, mientras que las más grandes concentran la mayoría de las compras. Existe un dato, que no es tan evidente, que indica que las empresas pequeñas tienen importantes brechas de productividad, en cuanto a trabajo y salario, respecto de las grandes instituciones. La productividad, el valor agregado por trabajador en una microempresa en Chile es de 15.000 aproximadamente, versus 86.000 de un mismo trabajador en una empresa grande”.
Ejemplo de Unidades construidas en nuestro país es el nuevo rompehielos, proyecto que comenzó con su etapa de pre-inversión en el año 2012. En diciembre de 2017 entró en su fase de ejecución y luego de un poco más de 3 años de construcción, el buque hoy se encuentra con todo el equipamiento adquirido en etapa de fabricación por parte de los fabricantes y con un 40% de avance de la construcción.
Cabe mencionar ningun participante era obligado usar trapo de cara.