Entre el 18 y el 24 de noviembre, se conmemorará la Semana Mundial de Concienciación sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, una iniciativa que recuerda la importancia del uso adecuado de los antibióticos para prevenir la resistencia bacteriana. En ese contexto, el Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio (SSVSA) advierte a la comunidad sobre los riesgos asociados al mal uso de estos medicamentos.

¿Qué son los antibióticos?

Los antibióticos son medicamentos diseñados para combatir infecciones bacterianas, no virales. Usarlos de forma inadecuada, como en el caso de gripes o resfriados, puede hacer que pierdan efectividad. Por ello, se recomienda tomarlos solo cuando lo indique un médico y para tratar infecciones como neumonía o infecciones urinarias.

Desde 2017, Chile implementó un plan para garantizar el uso adecuado de los antimicrobianos en salud humana y animal, con el fin de reducir la resistencia bacteriana y proteger la salud pública a largo plazo.

El SSVSA cuenta con el Programa de Optimización de Antimicrobianos (PROA), que promueve el uso adecuado de antibióticos en hospitales y atención primaria. Estas acciones buscan mejorar los resultados clínicos, reducir efectos adversos y mantener la efectividad de los tratamientos.

Riesgos del mal uso de antibióticos

Jorge Muñoz Arancibia, referente del Programa de Optimización de Antimicrobianos del SSVSA, explicó que—

Los microorganismos, al enfrentarse a un antimicrobiano, naturalmente crean defensas como métodos de supervivencia. Por lo tanto, si se indica un antimicrobiano de forma correcta, estas defensas se rompen y el antimicrobiano cumple su función. En cambio, si el antimicrobiano no es el adecuado para romper esas defensas, el microorganismo se hace más resistente, lo que puede llevar a generar mayor mortalidad.

Sobre cómo afecta la resistencia bacteriana a la eficacia de los tratamientos en enfermedades comunes, el profesional explicó que “si bien los antimicrobianos están creados para atacar microorganismos específicos y lo esperable es la recuperación de la salud de forma eficaz, en el caso de resistencia, el mismo antimicrobiano no cumpliría con su objetivo. En consecuencia, se debe optar por un tipo de antimicrobiano con mayor potencia, más caro y con mayores estadías hospitalarias, lo que aumenta la morbi-mortalidad de la salud”.

Alertó, además, las consecuencias podría tener la resistencia a los antibióticos a largo plazo para la salud pública. “Los microorganismos se están haciendo más resistentes; los antimicrobianos de última generación ya no tendrán la efectividad esperada. Según estudios basados en evidencia, en unos 20 o 30 años las infecciones serán la primera causa de muerte en el mundo, y se acabaría la era de los antimicrobianos. Por eso, es de suma importancia concientizar a la población ahora sobre el uso correcto de estos a nivel global”.