pero las consecuencias de esta catástrofe aún continúan
Alojando de forma temporal en casas de familiares o buscando la forma de levantar nuevamente sus hogares se encuentran gran parte de las familias afectadas por el megaincendio ocurrido en Viña del Mar y alrededores, en febrero pasado.
En el caso de la Villa Independencia, parte de los vecinos que han vivido en carne propia esta emergencia y que pertenecen a la comunidad de la Escuela Popular de Artes (EPA), ubicada en el mismo sector, han recibido un apoyo permanente por parte de este establecimiento de educación artística, encontrando también en la música un camino para sanar en lo emocional o simplemente distraerse frente a todo lo vivido.
Una de esas familias es Patricia Guzmán y su hija Bárbara Solís, ésta última estudiante de violonchelo e integrante de la Orquesta Latinoamericana de la EPA. Hasta el día del siniestro vivían en El Olivar y milagrosamente lograron escapar de su casa. Desde entonces están viviendo en la casa de un familiar. “Cuando ocurrió el incendio la gente corría para todos lados, había mucha histeria y uno veía todos los cerros quemados, fue demasiado horrible. Pero como parte de la comunidad EPA, podemos decir que desde el día uno se preocuparon por nosotros. En la semana nos contuvieron, estuvieron con nosotros, han sido una ayuda fundamental, desde lo más básico, siempre nos han preguntado lo que necesitamos”, relató la afectada.
Por su parte, Grisel Cepeda es mamá de cuatro hijos y tres de ellos son estudiantes de la EPA, los hermanos Tomás, Diego y Sara Rojas Cepeda. “A raíz del incendio perdimos nuestra casa, al igual que mucha gente de nuestro círculo, como mis papás, mi hermana y los abuelos paternos de mis hijos, entonces nos afectó mucho. Actualmente estamos de allegados donde un familiar que nos cedió su casa. La escuela se ha portado increíble, es un apoyo constante, han estado preocupados cada día y sentimos que es una extensión de nuestra familia, porque la cercanía es notoria y estamos muy agradecidos de toda la ayuda que hemos recibido”, expresó la apoderada.
En tanto, la directora de la Escuela Popular de Artes de Viña del Mar, Lidia Meneses, también se refirió a la situación actual de la Villa Independencia y los sectores aledaños afectados por el incendio. “La mayoría de las personas podrían pensar que el incendio ya pasó y efectivamente las llamas ya se apagaron, pero las consecuencias de esta catástrofe aún continúan, tanto sicológicas como materiales. Todavía hay personas durmiendo en carpas, el frío llegó para quedarse y por lo mismo se necesita ropa de abrigo y cama, así que todos los que puedan ayudar, se agradece”, sostuvo la directiva.
“Todavía está funcionando la olla común que entrega entre 250 y 300 almuerzos diarios, por lo tanto, el número no es menor, así que también estamos recibiendo ayuda para continuar con esta iniciativa en beneficio de la comunidad”, informó Lidia Meneses.
Donaciones y nuevas iniciativas
Cabe mencionar que la Escuela Popular de Artes de Viña del Mar, con ayuda de organizaciones y personas colaboradoras, ha canalizado donaciones privadas desde Chile y Europa. Éstas han permitido otorgar ayudas a las familias de estudiantes de la EPA y alrededores en general, tales como asesoría y acompañamiento psicosocial, talleres de contención y recreación para niños y jóvenes, un total de 46 becas de un cien por ciento de cobertura para damnificados que participan en los programas de formación musical de la escuela, compra de instrumentos siniestrados, aportes a la olla común y al centro de acopio que funcionan en el mismo establecimiento de educación artística.
Al respecto, la cofundadora de la EPA y directora de la Corporación Cultural CREARTE, Michaela Weyand, afirmó que
El daño es profundo y solamente trabajando en redes de colaboración mutua, se podrá superar en parte los traumas vividos de tantas personas en el momento del incendio, así como las dificultades de tener que afrontar la vida en medio de un sector arrasado por las llamas. Ese dolor es más complejo y desesperado aún con la aparición de nuevas publicaciones en los medios de comunicación que indican que el incendio fue provocado, entonces queda una tremenda sensación colectiva de desprotección, por lo cual es necesario y apropiado exigir una aclaración minuciosa de los hechos y, por ende, justicia.
Agregó que “dentro de sus posibilidades y paralelamente al funcionamiento como escuela artística, la EPA mantendrá sus líneas de acción del trabajo de emergencia durante los próximos meses de invierno. En ese sentido, actualmente se está iniciando un programa de asesoría en materia de arquitectura para la reconstrucción y un segundo de musicoterapia, ambos para estudiantes EPA y sus familias. Entregaremos mayores detalles próximamente”.
En este contexto, la Escuela Popular de Artes sigue recibiendo donaciones para la comunidad. Quienes deseen realizar sus aportes, pueden dirigirse a la misma EPA, ubicada en calle Gabriela Mistral 320, Villa Independencia, en Viña del Mar. Las personas que no puedan trasladarse de forma presencial, pueden coordinar la entrega de esta ayuda enviando un correo a Lidia Meneses al email