La famosa serie La Pequeña Casa en la Pradera tuvo un exitoso paso por la televisión de nuestro país. Fue casi una década de emisión, donde las aventuras de la familia Ingalls —basadas en escritos de la novelista norteamericana Laura Ingalls Wilder— fueron parte de la vida de miles de chilenos.
Si bien el fenómeno no es nuevo, se está haciendo cada vez más frecuente que canales de TV retomen antiguos programas de televisión exitosos. Sin embargo, la apuesta de Canal 13 con su audaz vuelta al pasado, al programar la famosa serie de los 70s y 80s, “La Pequeña Casa en la Pradera”, ha dado que hablar. ¿Cómo se explica el triunfo de esta jugada?Hoy, a más de cuarenta años, parece haber vuelto en gloria y majestad a la televisión abierta, tras emitirse el lunes 10 de octubre por las pantallas de Canal 13, dentro de una programación vintage dispuesta para la tarde de ese día feriado. Las aventuras y desventuras de esta familia y de sus famosos personajes, como Caroline, Laura, Mary, Carrie y Charles, volvieron a cautivar el corazón de un público nostálgico por contenido de corte familiar. Una sorprendente audiencia que convenció a los ejecutivos para determinar llevar la serie de lunes a viernes en la franja vespertina, que tradicionalmente ocupan las teleseries nacionales y extranjeras.
En el primer capítulo del franjeado, La Pequeña Casa en la Pradera aumentó la sintonía de Canal 13, quedando en segundo lugar después de Mega, y conquistó las redes sociales con positivos comentarios a través del hashtag #LaPequenaCasaEnLaPradera
“Este es un fenómeno que tiene que ver con un tema social mucho más grande, más allá de una pantalla caliente, tibia o de los desafíos de cómo calentarla. Por ello, más que un análisis del episodio de La Casa en la Pradera, pienso que en Chile, y también en el mundo, se está revalorizando o resignificando contenidos antiguos. Pasamos por la época vintage, época hipster y en la resignificación de una moda antigua pero en tiempos modernos. Creo que el fenómeno de La Casa… puesta en pantalla tiene que ver con un poquito de eso, con situar en un contexto nuevo un contenido antiguo, pero donde tengo la impresión de que el consumo de ese contenido antiguo sigue siendo nuevo, es decir, está resignificado a los tiempos de hoy”, comenta el decano de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad del Pacífico, Sebastián Goldsack.
Para el experto en comunicación, “lo anterior sucede porque el fenómeno se da en medio de gente que no creció con esas pantallas, pero que lo conocen a través de las redes sociales, de un fenómeno colectivo, de una memoria que tiene Internet, estando presente así de igual modo en sus vidas como signos o simbologías de un algo. Por lo tanto, no es que les sea completamente ajeno”, agrega.
El decano de la Facultad de Comunicaciones de la U. del Pacífico considera que “la apuesta de Canal 13 es súper valiente desde el minuto que decide pescar un contenido icónico y ponerlo en pantalla para ver la reacción de la gente. En el fondo, tantearon cómo les iba en un primer capítulo y creo que sin mucho compromiso de sacarlo al día siguiente si les iba pésimo. Pero tuvieron un resultado que creo que no esperaban o donde dudo que hayan tenido una cifra muy ambiciosa”.
¿Cree que influye el hecho de haber estado remasterizada? “No necesariamente, porque pienso que finalmente son de esos platos de comida con sabor a mamá, que sabes que en algún minuto lo probaste o que existe, y tienes una sensación rica al comerlo. Entonces, el análisis es cómo se están consumiendo estos signos culturales, cómo hoy en día se están rescatando psicológicamente o sociológicamente signos, símbolos, contenidos, imaginarios y se están trayendo a la vida moderna como un ícono de un algo al rescate de una experiencia anterior”, explica Goldsack.
El académico plantea que este tipo de rescate es importante, porque hoy las comunidades y la sociedad están buscando en el pasado respuestas del futuro. “Es algo que siempre ha sucedido. Y hay contenidos que tienen el sabor de clásicos y los clásicos siempre serán una noticia oportuna en su rol de clásicos. Lo que pasa es que lo que puede llamar la atención es que este contenido, que para muchos de nosotros era un contenido bien cotidiano y bien interesante, pero insignificante en su valor, hoy día pasa a ser un ícono de un algo cultural. Como los antejos negros, que antes eran de los nerds y que fueron retomados por los hipsters en su minuto. O como el andar de sombrero, u ocupar barba, lo que nos dice que actualmente estamos reconsumiendo o resignificando signos antiguos para hacer otros de pertenencia en nuestra época moderna”, explica.
Claramente esta acción del Canal 13 puede abrir un espacio interesante en pantalla. “Si bien esta tendencia de alguna manera ya estaba presente, con canales de TV por cable dedicados a pasar en forma exclusiva películas y series antiguas, y donde seguramente las estadísticas de Netflix podrán arrojar cuál es el consumo que tienen las series antiguas hoy día, el atrevimiento que vemos es el haberlo puesto en TV abierta y dar un paso para avanzar al futuro y mirando hacia atrás. Eso es significativo y sí podría abrir una tremenda brecha y crear una tremenda oportunidad para disfrutar de contenidos como Mediomundo y otros que posiblemente están en nuestro imaginario colectivo, y donde está la sensación de que sería entretenido verlo. Y es porque, aunque es un contenido súper yanqui, tiene el sabor del programa Éxito del Pollo Fuentes, donde hay algo que te huele a casa”, señala el Decano de la Universidad del Pacífico.
El futuro de la TV abierta
Proyectando el mundo televisivo en un escenario donde la televisión abierta debe buscar su espacio en la conquista de un público refugiado en series por cable e Internet, Goldsack piensa que hoy hay un fenómeno interesante en cómo la TV se está poniendo al día respecto de las tecnologías y el contenido para esas plataformas. “Creo que con la TV digital y lo que pasa en el mundo tenderá a que la TV abierta funcione en la lógica del streaming. A lo menos en una interacción bastante más abultada de cómo está funcionando. Hoy día el modelo de la TV abierta sigue siendo un modelo de la época de los 70s y de los 80s, con tandas comerciales y sin salir de un formato que está claro que no es el preferido y al cual los millenials y los jóvenes no están acostumbrados”, precisa.
En ese sentido, piensa que lo que está haciendo Canal 13 es innovador. “En Chile ha marcado una tendencia y es parte de una serie de tendencias que se vienen dando desde la creación de su señal cultural por cable y que le ha ido bien. Tiene además una radio que también le va bien y tiene una página que es muy visitada. Entonces estamos hablando de un canal que se está presentando en una multiplataforma y que posiblemente esté avanzando hacia el concepto streaming, pero que está también sondeando contenidos para ver cómo aprovechar estas multiplicidades de soportes para llegar a su consumidor final”, concluye el decano de la Facultad de Comunicaciones de la U. del Pacífico, Sebastián Goldsack.