Este jueves 24 de septiembre se dará a conocer el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya por la objeción preliminar formulada por nuestro país ante la demanda boliviana, un proceso histórico a nivel del derecho internacional, donde fuimos capaces de darle a conocer a todo el mundo, mediante sólidos argumentos jurídicos, nuestra postura con respecto a la incompetencia de este tribunal internacional en relación a la demanda del país vecino.
Nuestros argumentos son sólidos. En el pacto de Bogotá, que se firmó el 30 de abril de 1948, se estableció que todas aquellas materias que quedaron resueltas por tratados vigentes a esa fecha, quedaban excluidas de este tratado americano de solución pacífica de controversias. Esto significa que la Corte Internacional de Justicia no tiene jurisdicción ni competencia para conocer sobre estos casos.
Nuestros temas con Bolivia están resueltos en el tratado de 1904, el que reguló tres materias muy importantes. En primer lugar, la soberanía territorial sobre 120 mil kilómetros cuadrados que en el pasado correspondían a Bolivia, quedaban en manos de Chile. En segundo lugar, se estableció y determinó el límite fronterizo entre Chile y Bolivia; y en tercer lugar el carácter o la naturaleza (derecho de acceso no soberano a través de un derecho de tránsito perfecto de libre tránsito comercial) del acceso que se le daba a Bolivia al territorio Chileno para llegar a los puertos del océano pacífico, en este caso los puertos de Arica y Antofagasta.
Estas tres materias fueron resueltas en aquel tratado. En este sentido todos los actos unilaterales, las notas diplomáticas a las que aludió Bolivia en su defensa están contenidas en el tratado de 1904. Bolivia intentó dar a entender que son temas independientes, ajenos al tratado y por lo tanto no estarían buscando modificarlo, pero en la práctica lo estaban haciendo. Todos estos diálogos y negociaciones fracasaron. Hubo conversaciones, pero nunca llegaron a acuerdo.
Son tres los escenarios posibles que pueden darse este jueves. El primero es que se rechace la excepción preliminar presentada por Chile, con lo cual se da paso a conocer el fondo de la demanda, en el que ambos países deberán presentar documentos que atiendan a la petición de Bolivia de negociar la salida marítima de carácter soberano.
El segundo escenario, que es el que esperamos que suceda, es que la Corte Internacional acepte la excepción preliminar presentada por Chile. En dicho caso, la Corte no conocerá los argumentos de fondo, porque se limitará a decir que no es de su competencia el problema. De esta forma, la demanda marítima de Bolivia ante La Haya terminaría en esta instancia.
El último escenario posible es que la Corte Internacional decida postergar la resolución, situación que permitiría al Tribunal poder entregar un veredicto de competencia sólo cuando se conozca la sentencia definitiva.
Tuve la oportunidad de estar presente en los alegatos preliminares en La Haya y tengo la confianza que los argumentos jurídicos de nuestro país son muy sólidos. Tal como lo señalé anteriormente, el Pacto de Bogotá de 1948 señala que los tratados vigentes a fecha 30 de abril no podrían volver a juzgarse. Se hizo así para ofrecer seguridad jurídica y no reabrir conflictos del pasado en el futuro.
Por su parte, Bolivia no ha fundamentado su pretensión en argumentos sólidos, más bien ha recurrido a una campaña propagandística ante la falta de argumentos jurídicos, basada en medias verdades o argumentos falsos. En el caso de acogerse la demanda boliviana, cualquier país del mundo podría pedir revisión de los límites con sus vecinos y eso provocaría un caos del punto de vista del derecho internacional.
En estos días en que celebramos 205 años de vida republicana y que han estado marcados por una nueva catástrofe natural que afectó al norte chico de nuestro país debido al sexto terremoto más potente del cual se tenga registro, debemos estar más unidos que nunca para levantarnos nuevamente y mirar el futuro con esperanza, esperando que nuestras diferencias con nuestro país vecino queden zanjadas definitivamente este jueves 24 de septiembre.