La calidad de aire, la contaminación de aguas, la inseguridad hídrica, los riesgos de catástrofes naturales y la pérdida de biodiversidad, problemas que pueden aumentar su intensidad en un futuro cercano.
Muchos de estos problemas se relacionan directamente a la ocupación humana de espacios no adecuados para vivir.
Uno de estos espacios amenazados por la ocupación antrópica son los humedales, espacios únicos en el desarrollo de hábitats para sustentar una elevada biodiversidad de flora y fauna. Concentran, purifican y liberan agua en periodos de sequía, la misma que acumulan durante eventos extremos de lluvia, protegiendo a la población humana de inundaciones. Además, capturan gases de efecto invernadero, y por lo tanto, purifican el aire que respiramos.
Sabiendo todo esto, nos preguntamos, legítimamente:
¿Cuándo quedará protegido integralmente el ecosistema de Tunquén? ¿Saben las autoridades de la biodiversidad que en ese lugar se alberga? Existe un compromiso de conservar para proteger este lugar único en la V Región.
Ya no queda más tiempo…