No fue hace muchos años que la cueca pasó a ocupar oficialmente un lugar privilegiado dentro de nuestras danzas folclóricas. Recién a fines de la década del ’70 fue decretada como el baile nacional de Chile y en 1989 fue declarado su Día Nacional, que se celebra todos los 17 de septiembre.
No está definido con exactitud el origen de la cueca, al que se le atribuyen múltiples influencias entre americanas, africanas y españolas. Lo que sí está claro es que el baile nacional año a año crece en popularidad entre grupos de todas las edades, por lo que aprenderla es casi una obligación, especialmente a días del aniversario patrio.Dentro de las consideraciones de dicha promulgación se indica que “aprender a bailarla es un deber de todo hijo de esta tierra nuestra”. Así y todo, no son pocos los que aún no saben exactamente el sentido de sus movimientos, ni el porqué del zapateo, ni menos cómo mover bien el pañuelo. En ese contexto y a sólo semanas de celebrar las Fiestas Patrias, un especialista en folclor asegura que los más inexpertos no necesitan demasiado tiempo para aprender y poder lucirse con un pie de cueca en alguna fonda.
“La preparación para una cueca antes de la temporada dieciochera, con sus respectivos tiempos musicales y asimilación de la métrica, es de tres semanas a un mes, aunque se puede resumir en dos semanas, dependiendo de la coordinación y motivación de la persona”, aclara el docente de la carrera de Técnico Deportivo de la Universidad del Pacífico, Fernando Castillo, quien baila cueca desde que tiene uso de razón, es Monitor de Cueca otorgado por el Círculo de Campeones y Cuequeros de Chile, y prepara parejas para campeonatos.
En esa línea, Castillo detalla que la preparación consta de tres etapas. “En la etapa inicial se enseña el paso de desplazamiento o deslizado (punto esencial para poder bailar), el escobillado o cepillado y el zapateo. Todo eso con sus respectivos tiempos musicales y expresión corporal. En la fase intermedia se enseña la métrica de la cueca, con sus tiempos musicales, y lo que se refiere a la coreografía: paseo inicial; vuelta inicial (redonda, doble S y corralera, entre otras, siendo estas las básicas), medias lunas, cambios de lado, escobillado, zapateo y remate. Y por último, en la etapa final, cuando están dominadas las partes anteriores, se practica para perfeccionar detalles y ponerle un sello personal. De esta forma se podrá lucir una hermosa cueca en las fiestas patrias”, asegura.
No hay que olvidar que en esencia la cueca es un baile de conquista y cortejo. “Toda cueca comienza con una invitación. Luego, un paseo libre dentro del espacio en el que se desea bailar. Posteriormente el varón deja a la dama donde ella desea, se ubican uno frente al otro a una distancia no muy larga y comienzan a aplaudir al ritmo de la música. Empezando el canto de la canción, se comienza con la vuelta inicial, siendo la más común la vuelta redonda, donde ambos se mueven hacia el lado derecho, haciendo un círculo uno frente al otro y llegando al punto de partida, donde deben hacer un contra giro en el puesto hacia el lado derecho. Todo esto son 24 tiempos musicales”, detalla el experto.
Una vez hecha la vuelta inicial, se realizan medias lunas de un lado al otro, sin pasar el eje central. “Es decir, al lado mi pareja. Estos son 22 tiempos musicales”, acota el profesor que formó el primer Ballet Folclórico de la Universidad del Pacífico (BAFOUPA).
La etapa siguiente, que dura 8 tiempos musicales, incluye el primer cambio de lado en forma de S. “Y tal como la frase lo dice, se cambian al lado contrario donde se encuentra su pareja. Este cambio de lado se realiza por el lado derecho, llegando al centro. La pareja se encuentra de frente y continúan dibujando la ‘S’ imaginaria en el piso”, precisa.
Después viene el tiempo del cepillado. “Llegando al puesto de mi pareja, se realiza el cepillado o escobillado, uno frente al otro, donde puede ser un poco más libre, siempre manteniendo el paso de escobillado, y luego se vuelve al punto de partida del cepillado, con 16 tiempos musicales”, explica Castillo.
Ya casi al final, nuevamente en forma de “S” se realiza el cambio de lado, también por la derecha. “Se debe quedar en el lugar donde se encontraba mi pareja en 8 tiempos musicales”, anota.
¿Y el zapateo? “En esta parte viene el varón y saca toda su fuerza y pachorra para demostrar sus destrezas con los pies a la dama. Acá ambos zapatean, en 8 tiempos musicales”, indica.
Finalmente se realiza el remate. “Al igual que los cambios de lados se hace por la derecha, se juntan en el centro, sigue la vuelta dibujando la S pero más pequeña para poder tomar del brazo a la dama”, concluye el docente de la Universidad del Pacífico.
Para el experto, entre las principales dificultades de la cueca está que el bailarín lleve los tiempos musicales o que no le acomode algún ritmo de una cueca en particular. “Es por eso que se ensaya y se enseña con distintas cuecas de distintos estilos, para que pueda escuchar una variedad de ritmos. También el escobillado y zapateo es lo ms complicado para la persona que está aprendiendo, pero con un buen profesor no debería haber complicaciones. Solo es cosa de tiempo y ensayo”, insiste.
Un buen ejercicio
Un dato relevante es que bailar dos horas de cueca, sin pausas, puede llegar a quemar cerca de 400 calorías. “A nivel físico se requiere de una buena condición, sobre todo en el varón, ya que debe mostrar fuerza en el baile”, señala el profesor de Técnico Deportivo de la U. del Pacífico, Fernando Castillo.
Tanto es así, que en la cueca a nivel competitivo se entrena de igual manera que para una competencia deportiva. “Lo que más se debe trabajar son las extremidades inferiores, tonificando la gran mayoría de las veces los gemelos, ya que el paso de desplazamiento se realiza en punta y hay que tener una resistencia muscular. Se dice que los gemelos son nuestro segundo corazón, el cual hay que ejercitar, y qué mejor que hacerlo con nuestro baile nacional. Puede que algunas personas no lo sepan, pero las pantorrillas mandan frecuentemente un promedio de 100 mililitros de sangre por minuto de vuelta al corazón. Además de eso, la importancia de los gemelos reside en que son un músculo que se encarga de que nuestra postura sea la correcta y de que el cuerpo se mantenga en equilibrio, de manera que los músculos de la pantorrilla se encuentran en constante contracción para dar estabilidad a las rodillas”, cuenta.
El experto valora la masificación que ha ido alzando el baile nacional a lo largo del país, especialmente entre los jóvenes, lo que se observa en la gran diversidad de clubes de cueca y campeonatos en las distintas categorías. “Hoy hay cueca para todos los gustos, Urbanas, Románticas, Acampadas, Bohemias, Choras, Veguinas, y eso es muy atractivo para los jóvenes” señala.
“Desde mi perspectiva, veo la cueca como un estilo de vida y como una excelente forma de matar los tiempos libres en familia. Es por eso que hago un llamado a toda la gente a que baile cueca, a que aprenda y se interiorice sobre nuestro baile nacional. Y en cuanto a lo recreacional, es una muy buena forma de divertirse y de expresar a través de la danza, porque se conoce a mucha gente, se forman grandes lazos de amistad y la música es encantadora. No hay dónde perderse, hay que saber bailar cueca y no solo para las fiestas patrias”, finaliza el experto de la Universidad del Pacífico.