Christian Lucero

Las elecciones Municipales y Regionales 2024 mostraron un alto porcentaje de votos nulos y blancos en el sufragio para concejales y CORE, rondando el 25%, en promedio, mientras que en el caso de gobernadores y alcaldes superaron el 10%. Personalmente, pude constatar que, en locales de votación como el colegio Sagrada Familia, en que votan personas del estrato socioeconómico medio alto el porcentaje de votos nulos y en blancos no superó el 12%, en total, sin embargo, en el caso de locales de votación en Villa Independencia o en Achupallas en muchas mesas el porcentaje de votos nulos y de abstenciones superó el 30%, inclusive llegando al 32% en algunas mesas.

¿Qué ha sucedido? 

¿Por qué esta importante diferencia entre el primero de los grupos y el de sectores socioeconómicos más modestos? Recordar que este mismo fenómeno se observó en otras circunscripciones electorales del país, siendo llamativa una diferencia similar al comparar los votantes de locales en Las Condes versos los de Pudahuel y de otros sectores de las comunas del Oriente de la Región Metropolitana. Según el Servicio Electoral (Servel), respecto a la elección de Consejeros Regionales (CORE), los votos nulos alcanzaron a 1.906.006 votos (14,57%) y los blancos en 1.466.677 sufragios (11,21%), de un total de 13.084.328 votos.

Por eso llama tanto la atención la cantidad de votos blancos y de nulos en la parte alta de nuestra ciudad respecto a la elección de CORES y en comparación con la cantidad de votos blancos y nulos del sector más acomodado de nuestra ciudad. Entonces, la causa más probable, tiene que ver con la falta de información a los electores, ya que la información respecto de qué candidatos y qué propuesta tenían no llegó a los sectores más precarizados de nuestra ciudad, es decir, donde ocurrió el mega incendio, donde la delincuencia y tráfico de droga arrasa, donde hay más jóvenes y adultos mayores y no todos tienen recurso ni tiempo para informarse por las redes sociales, en particular este último grupo etáreo.

Pero más importante aún, los costos de una campaña política impide que muchos buenos candidatos puedan desplegarse en todos los sectores durante los poco más de dos meses que se tenía para hacer campaña, siendo más complejo aún para los candidatos primerizos y sobre todo si era independiente. Sólo para que el lector tenga una idea, una entrevista radial de 8 minutos tenía un costo cercano a los $240.000. Es prácticamente imposible que un candidato joven, primerizo e independiente pueda competir frente a los recursos desplegados por políticos avezados y apoyados por distintos gestores de interés que desembolsan varios millones para asegurar una campaña publicitaria exitosa. El sistema claramente no funciona y los políticos lo saben.

Los que pierden son siempre los mismos: la gente, que se queda sin acceso a la información y, por ende, sin opciones.

Por eso en determinados sectores arrasaron los candidatos de cierta colectividad política, en cambio, el otros sectores de nuestra ciudad la gente ni siquiera sabía por quién votar, con lo cual tenemos evidentemente una crisis de legitimidad, y los candidatos electos no necesariamente representan a los ciudadanos ni van a interpretar sus necesidades y anhelos más profundos, ya que ni siquiera los conocen.

Es urgente modificar el sistema, sólo a modo de ejemplo: se debe evitar que en las listas que presentan los partidos se ponga al comienzo a un candidato de la preferencia de los políticos que arman la lista, ya que es sabido que muchas personas que sienten cierta afinidad por un determinado partido votan, sin conocer al candidato, sólo porque éste es el primero de la lista, se trata de un sesgo del raciocinio muy conocido por los políticos. Todas estas malas prácticas deben erradicarse, a fin de asegurar el libre acceso a la información electoral de manera efectiva y en igualdad de condiciones, tanto para los candidatos como para los electores que siempre terminan siendo los que deben pagar la cuenta y sin derecho a pataleo.

Christian Lucero

  • Abogado
  • Candidato a CORE
  • Cupo Independiente RN
  • por Valparaíso I
  • Ex Delegado del SERVEL por más de 10 años.

“Cuando los votos nulos y blancos superan el 10% del total de los votos emitidos, los estudios electorales tienden a interpretar este fenómeno como una crisis de legitimidad, porque parte significativa de los electores está rechazando a los candidatos o también al proceso electoral en sí, lo que puede deberse entonces a una crisis de confianza en las instituciones o en los sectores, actores políticos involucrados”.


Ante los altos números vistos en la elecciones de consejeros regionales, esto “viene mostrando esta dificultad que tienen los ciudadanos para poder tomar una opción clara en lo que se refiere a esta elección. Aquí opera, podríamos decir en esta elección, lo que en la ciencia política se conoce como el voto ciego, es decir, un tipo de voto emitido con falta de información, no con antecedentes para tomar la decisión, el votante toma su decisión sin contar con una información necesaria y por eso, o vota nulo, o vota blanco, o vota cualquier cosa”.