Camila Serrano, coordinadora de la carrera Técnico en Veterinaria y Producción Pecuaria, se refiere a los cambios de conducta de las gatas durante este mes y hace un llamado a la tenencia responsable.

Es de conocimiento popular que agosto es el mes de los gatos.

Pero ¿se ha preguntado por qué?, ¿por qué no paran de maullar?, ¿por qué pelean a las cuatro de la mañana sobre el techo de su casa? Camila Serrano, coordinadora de la carrera Técnico en Veterinaria y Producción Pecuaria del Centro de Formación Técnica Santo Tomás Viña del Mar, explica las razones, que van más allá del romanticismo que les suele otorgar la creencia popular.

“El ciclo reproductivo en las mascotas se denomina ‘ciclo estral’ (“celo”), el cual es comandado por la disponibilidad de alimento, temperatura, salud, presencia del macho, pero sobre todo por las estaciones del año. El solsticio de invierno (21 de junio) tiene gran importancia, ya que desde ese día las horas luz comienzan a aumentar. ¿Qué tiene que ver esto con mi gato? En los felinos, al tener una gestación de 65 días, el celo comienza en agosto (cuando hay las suficientes horas luz) para que el parto coincida con la temporada de abundancia de alimentos, es decir, primavera y verano. Por este motivo, la gata presenta múltiples celos (ovulaciones) a medida que aumentan las horas luz. La gata detecta este cambio a través de la melatonina, hormona secretada en oscuridad por la glándula pineal.”

Cambio de conducta

Camila Serrano añade porqué es tan notorio para las personas el celo de las gatas en agosto:

“Cuando comienzan a aumentar las horas luz (desde 12 horas), la melatonina disminuye, lo que gatilla la activación del ciclo reproductivo de la gata por medio de la liberación de las hormonas hipofisarias que actúan sobre el ovario para comenzar con la maduración y liberación de los óvulos. Es en ese momento cuando la gata, dominada por las hormonas, cambia su conducta para encontrarse con el macho, es decir, deambula y maúlla más para llamarlo”.


“Este cambio de conducta hace que, desde los cinco meses de edad, la gata sea muy efectiva a la hora de reproducirse, pudiendo producir hasta un máximo de 15 gatitos al año, y más de 200 durante su vida. Una vez que las horas de luz comienzan a disminuir a menos de 12 horas diarias, el sistema reproductivo de la gata ‘se apaga’ hasta el próximo ‘mes de los gatos’.”

Finalmente, la académica de Santo Tomás Viña del Mar indica que

“Para evitar el abandono y sufrimiento de estos animales (que además son depredadores de la pequeña fauna nativa) se hace necesaria la tenencia responsable. Esterilizar a su mascota antes del mes de agosto (idealmente entre los cinco a seis meses de edad) prevendrá el desgaste y los peligros asociados al celo, reducirá el riesgo de padecer cáncer mamario y, si además se maneja como mascota de interior, reducirá notablemente el riesgo de contagio de enfermedades mortales como el sida y la leucemia felina. Aún está a tiempo, esterilice a su mascota”.