Según datos de la Encuesta Nacional de la Discapacidad 2015, en Chile existen más de 2 millones de personas en situación de discapacidad. Por ello, cada vez cobra mayor importancia generar las condiciones que les permitan a estas personas su plena inclusión social y una efectiva igualdad de oportunidades, sobre todo considerando que las barreras que lo impiden vienen generadas desde la propia sociedad.
Se realizarán intervenciones urbanas masivas, un curso de deporte adaptado gratuito, clínicas deportivas, actividades de sensibilización en establecimientos educacionales, entre otros.
Ésta es la premisa que motiva el proyecto “Inclusión, Sociedad y Deporte”, impulsado por la Universidad Viña del Mar y Adapkine, y financiado por el Ministerio de Educación, a través de su Concurso de Proyectos de Desarrollo Institucional-Línea Emprendimiento Estudiantil.
Para Felipe Herrera, docente y coordinador interino de la carrera de Kinesiología de la Universidad Viña del Mar y director de Adapkine, que promueve el deporte adaptado, “este proyecto nace por la motivación de continuar con la labor realizada por la organización, ya que a través de esta experiencia fue posible evidenciar que la práctica de estas disciplinas constituye un potente medio de sensibilización para que personas sin discapacidad conozcan respecto de esta condición y cambien su mirada”, recalcó el profesional. “Ahora buscamos impactar mayormente a la comunidad general, con iniciativas públicas que por una parte beneficiarán a la población en situación de discapacidad; y por otra, esperan aportar a la inclusión social”, indica.
Impacto social
Es así, como a lo largo de 10 meses se realizarán dos clínicas y un curso de deporte adaptado gratuito, seis intervenciones urbanas en espacios públicos masivos y doce actividades de sensibilización en establecimientos educativos. “Además contempla la producción de material audiovisual y un manual digital básico sobre discapacidad y deporte adaptado para la difusión mediante plataformas virtuales”.
“El impacto será en la comunidad general, ya que se busca intervenir de forma transversal en todos los rangos etarios de la comunidad dentro de la Región. En estudiantes universitarios de carreras afines al deporte adaptado, en profesionales, en alumnos pequeños que asistan a establecimientos educativos, en la población general que circule en la vía pública en los espacios donde se realicen las intervenciones urbanas”, recalca Felipe Herrera.