Este viernes a las 9:00 horas, ante el Juzgado de Garantía de Viña del Mar, el ex futbolista Javier Margas enfrentará un juicio simplificado luego de ser acusado por los delitos de usurpación de propiedad, destrucción de límites, y daños, hechos por los cuales el Ministerio Público pidió penas de 15 UTM, 300 días de presidio menor, y una multa de 11 UTM, respectivamente.
La Fiscalía de Viña del Mar pidió, además, una pena de 15 UTM por el delito de usurpación de propiedad, y una multa de 11 UTM por el delito de daños. “Esperamos que en esta audiencia se logre establecer cada uno de los delitos y se apliquen las condenas correspondientes”, dijo al respecto el abogado querellante Juan Carlos Manríquez.
La audiencia ocurre a un año de su formalización, instancia en la que ex deportista quedó sujeto a las medidas cautelares de firma mensual y prohibición de acercarse a la víctima.
“En el juicio, podrán oír la declaración de los peritos y testigos, y apreciar el resto de la evidencia que da cuenta que —sin justa causas de error y, además, por medio de la fuerza— se afectó la propiedad del querellante”, dijo al respecto el abogado Juan Carlos Manríquez, quien representa al empresario Samer Margieh.
“Por ello, esperamos que en esa audiencia se logre establecer el delito de usurpación y de daños y, en consecuencia, se apliquen las penas que correspondan”, agregó.
Margas fue formalizado el 15 de mayo de 2015, audiencia en la que el fiscal de Viña del Mar, Álvaro Ortiz, relató que los hechos habrían ocurrido el día 2 de marzo de 2017, en Camino Internacional, cuando el ex deportista habría ingresado sin autorización a los terrenos del empresario Samer Margieh acompañado de otras personas, causando daños cuantiosos en el lugar.
Específicamente, según el Ministerio Público, Javier Margas lo habría hecho con una retroexcavadora y un camión, destruyendo parte de la infraestructura y el cerco del terreno que colinda con una de las cadenas de moteles del ex mundialista.
Además, de acuerdo a lo expuesto por el ente persecutor penal en esa oportunidad, el imputado habría repelido violentamente a los dueños del lugar, impidiendo que éstos pudieran ingresar a su propiedad, mencionando categórico que “no estamos en el far west”.