Reconstruyen figura de García Lorca a través de un Espejo Roto
Tras semanas ensayando, Fernando Berríos, director de la obra, decidió registrar en video en el teatro del Parque la pieza completa, para tener un producto que poder gestionar a lo largo del país y visibilizar un pronto estreno en la escena local.
La compañía Arte-Teatro, con casi 15 años de trayectoria en el medio porteño, se embarcó en una interesante iniciativa del arte dramático llevando a las tablas una de las obras más emblemáticas del destacado dramaturgo nacional Jorge Díaz, fallecido en el año 2007.
García Lorca en un espejo roto, es un montaje teatral donde tres actores, dos hombres y una mujer, discuten ante el público sus diferentes puntos de vista sobre este gran poeta español. Para uno, es un creador dionisiaco y vital, para el otro un ser trágico habitado por sombríos presentimientos; para la actriz, en tanto, se trata de un hombre con un desarrollado lado femenino que se interesa por la frustración de la mujer.
Fernando Berríos, director del montaje, señala, a propósito del nudo central de la obra que “un hecho de carácter mágico e inexplicable aúna los criterios: un espejo roto que cuando se reúnen sus pedazos aparece una visión más completa, aunque variada y caleidoscópica del autor andaluz”.
La compañía
Arte-Teatro fue fundada en el año 2001 y desde entonces viene cumpliendo una constante actividad relacionada con el arte dramático. A través de los años ha conseguido poner en escena obras de autores nacionales y de la dramaturgia universal.
Uno de sus objetivos fundamentales está ligado con llevar el teatro a un público estudiantil y en esta ocasión quieren compartir este homenaje a uno de los grandes poetas españoles, Federico García Lorca.
Entre sus montajes destacan: Disidente, El Chinchinero, La Lección, Como en Santiago, El robot Ping-Pong, Antígona, Ánimas de día claro y Amor en alquiler.
El autor
Jorge Díaz Gutiérrez, dramaturgo chileno, nacido en Argentina pero de padres españoles, vive en nuestro país de los 3 a los 35 años. Luego viaja a España donde recibe el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisual.
Estudió Arquitectura en la Universidad Católica de Chile. En el año 1959 se inicia en el teatro con la compañía Ictus, como actor, dramaturgo y director. La gran mayoría de su obra la estrena con esta compañía independiente.
Su obra puede dividirse en tres etapas: teatro del absurdo en sus primeros pasos, luego un teatro más reflexivo y beligerante como dramaturgo en el exilio y, una fase final de consagración y reconocimiento.
Algunas de sus obras son: El cepillo de dientes, Réquiem para un girasol, Padre nuestro que estas en la cama, La cicatriz y Dicen que la distancia es el olvido.
Fallece en Santiago de Chile el 13 de marzo de 2007.