En medio del estrés de fin de año, nada mejor que un buen libro de ficción o suspenso, que nos permita desconectarnos de la ajetreada rutina. Aquí algunas alternativas llenas de aventuras y entretención de la buena.
Si usted cree que la lluvia en verano es un hecho extraño, eso no es nada comparado con “Kaamos”, un extraño fenómeno climático que define al tiempo de penumbra y que en la novela Juan Manuel Courard se instala en el pequeño pueblo de Lonenskrid. Si bien al principio solamente genera sorpresa entre sus habitantes, a medida que se prolonga en el tiempo aumenta la preocupación, ya que el sol parece haberse ido para siempre, lo que llena el ambiente de tensión, de conflictos internos y de desesperación.
Un relato lleno de suspenso, que nos muestra la fragilidad de lo que llamamos “civilización” ante situaciones extremas y cómo es capaz de reaccionar el ser humano cuando está asustado y desesperado. A través de esta entretenida novela, el autor repasa temas como el instinto de supervivencia, las pugnas de poder, la religión y la fe.
Si prefiere viajar al año 2070, a un Chile de mundo paralelo, lea la novela “La indiferencia de Dios” de Ignacio Fritz. Allí, un automóvil Chrysler Plymouth Fury explota y mata a su dueño, un ingeniero comercial casado con una joven e irreverente escritora de culto, que está embarazada del Anticristo. El padre del malogrado joven contrata a una detective para dilucidar la muerte de su hijo. ¿Por qué el hermano menor de la escritora recita párrafos sueltos de la novela de su hermana? ¿Qué pasa con los brujos, aparentemente respetables padres de la escritora? ¿Es posible que el díler sea un hombre lobo? ¿Por qué la secretaria de la detective es adicta al sexo? ¿Es cierto que el asistente gay de la investigadora tiene un hermano alienígena?
La secuela de la novela de culto “La Hermandad Halloween”, se ciñe a una intriga y suspenso policial inusuales, adoptando rasgos fantásticos y de narrativa de terror, llena de guiños a la cultura hollywoodense, chatarra y pop. Una divertida ficción para leer ágilmente en los ratos de ocio.
En otra vereda, “Josef Gris” de Héctor Caro Quilodrán, nos presenta a George, un escritor de fama y la fortuna gracias a su héroe J. Pondius, quien después de tres exitosos libros no encuentra la inspiración para seguir escribiendo sus aventuras. Luego de un viaje a París con su novia, ve cómo ella se va alejando de la misma manera que se alejó su inspiración. Entonces, su héroe recobra la vida con otro nombre, en una historia en la cual se entrecruzan dos mundos, y la distinción entre realidad y ficción se hace cada vez menos evidente, tanto para los personajes como para el lector, creando una tensión que se mantiene hasta la última línea de esta novela.
Por último está “Los visitantes” de Freddy Fuentes. El ella, Ernesto llega a la casa familiar a ver a su abuelo enfermo. Poco a poco se acostumbra a la casa, al pueblo y a Lidia, quien vive ahí y cuida al anciano. Al cabo de un tiempo llegan Rebeca y Gustavo, a quienes Ernesto recuerda de la infancia, y más tarde los tíos Leopoldo y Estela. Entre todos ellos se van tejiendo relaciones diversas (amor, deseo, engaño, odio) y se instala una especie de juego, cada vez más tenso y peligroso, en el que cada visitante va mostrando caras distintas. Una novela atrapante, que oscila permanentemente entre lo real y lo soñado, donde se explora la complejidad humana, el amor y la muerte.