El proyecto, liderado por el docente de Pedagogía en Educación Musical José Godoy Valenzuela, involucró a estudiantes del Liceo Artístico Guillermo Gronemeyer de Quilpué y de la Universidad de Playa Ancha.
Tras un año y medio de formación artístico-musical finalizó la Escuela de Música Popular que se desarrolló en la UPLA, período en que 60 jóvenes del Liceo Artístico Guillermo Gronemeyer de Quilpué y de la Universidad de Playa Ancha recibieron estudios formales de teoría musical y clases prácticas de instrumentos, con el fin de entregar las bases y aportar en el crecimiento musical, profesional y personal de cada participante.
José Godoy Valenzuela, responsable del proyecto denominado formalmente “Escuela Semillero Piloto UPLA” y financiado por el Convenio de Desempeño Regional UPA 1895, explicó que esta instancia se centró en perfeccionar la formación musical de los estudiantes UPLA a través de la revisión de otros enfoques; y también en acoger a alumnos del sistema escolar chileno poniendo a su disposición una plataforma de entrada a la educación superior.
“Esta es una academia que nació de la inquietud de proporcionar estudios formales de música popular. En esta oportunidad fueron 60 jóvenes de la región que tuvieron acceso a instrumentos y a estudiar cátedras de percusión, bajo eléctrico, guitarra eléctrica, piano popular, saxofón, trompeta, trombón, canto popular y teoría musical que finalizaron con una serie de prácticas individuales y de conjunto”, agregó el académico UPLA.
Según sus palabras las clases de esta inédita actividad se desarrollaron de manera presencial todos los sábados en la Facultad de Arte de la Universidad de Playa Ancha, y tras el estallido social y posterior pandemia pasaron a realizarse de manera virtual para no interrumpir el proceso formativo y así poder poner en ejecución lo aprendido en los encuentros.
“El resultado final (ensamble instrumental) es el fruto de un largo trabajo y del gran esfuerzo de los alumnos y alumnas, incluso tuvimos participantes que tomaban por primera vez un instrumento. Valoro, también, la dedicación de los profesores y profesoras, que a pesar de los difíciles momentos que enfrentamos supieron entregar las herramientas necesarias para aportar al desarrollo del arte en nuestro país”, dijo el docente y director musical.
Al ser consultado sobre la continuidad de esta propuesta, el también coordinador de la carrera de Pedagogía en Educación Musical de la Facultad de Arte, explicó que este 2021se pretende desarrollar una segunda parte de la Escuela de Música Popular, pero ampliando su espectro a distintos centros educacionales de la Región de Valparaíso, y así ofrecer a los estudiantes un espacio de crecimiento profesional y personal por medio de la música.
Cabe mencionar que los profesores convocados para esta primera parte del proyecto fueron reconocidos músicos de la región que se destacan en el ámbito instrumental: Muriel Naranjo en canto popular, Rodrigo Quiroz en bajo eléctrico, Marcelo Guzmán en guitarra eléctrica, Iván Roco en piano popular, Elías Levipil en trombón, Salvador Monroy en trompeta, Iván Pérez en saxofón, Fernando Valencia en percusión y Loreto Pizarro en Teoría Musical.
Actividades relacionadas
Además de las clases teóricas musicales y prácticas de instrumentos la Escuela de Música Popular contempló la realización de actividades complementarias de vinculación con el medio. Estas se canalizaron con el encuentro bidireccional en el Liceo Bicentenario de Valparaíso y con la realización de una clase magistral del destacado maestro Santiago Cerda en la Facultad de Arte de la UPLA.
En la primera actividad participaron 80 jóvenes que trabajaron en jornadas de intercambio de experiencias artísticas. En ellas se desarrollaron clases de instrumentos de interés y trabajo de repertorio, para luego ensamblar las piezas musicales y realizar una muestra con todo el producto trabajado.
Mientras que la segunda incluyó una extensa jornada de trabajo teórica-práctica liderada por el director orquestal Santiago Cerda Contreras, oportunidad en que el músico abordó el trabajo técnico, repertorio, trabajo por filas, improvisación y ensamble con el objetivo de lograr un mejor funcionamiento instrumental y vocal de sus integrantes como agrupación.
Fruto de este trabajo surge el Ensamble instrumental que interpreta el tema “Can't buy me love” de The Beatles.