Con la participación de productores de arándanos desde la Región del Biobío hasta la Región de Los Lagos se realizaron tres días de campo y talleres para entregar resultados de estudios de campo y laboratorio y estrategias de control de la plaga nativa, el Cabrito del Maitén (Aegorhinus nodipennis), una de las principales plagas que afecta al cultivo del arándano en nuestro país.
Los expositores, los ingenieros agrónomos Ernesto Cisternas, Dr. entomólogo; y Alejandro Morán se refirieron al daño, manejo y control de la plaga en los huertos atacados en el sur de Chile. En tanto, Andrés France, ingeniero agrónomo, Ph.D., fitopatólogo; Irina Urtubia, bioquímico, ambos de INIA Quilamapu expusieron los resultados de laboratorio respecto a la formulación de nemátodos entomopatógenos.
Un centenar de agricultores, técnicos y profesionales, monitores de campo, operarios recurrieron a esta cita con el fin de escuchar de parte de los entomólogos, fitopatólogos y bioquímicos esta información relevante sobre la plaga Aegorhinus nodipennis y los Hongos y Nemátodos entomopatógenos.
Los asistentes aprendieron cómo reconocer la plaga A. nodipennis, cómo localizarla en el huerto, cuándo buscar el insecto, cómo realizar una toma de muestras, conocer su comportamiento y ciclo estacional. También los participantes conocieron el comportamiento de los microorganismos entomopatógenos, las claves en la aplicación de los agentes microbianos para el control del Cabrito del Maitén y su manejo a través de tácticas de control biológico con entomopatógenos.
Fueron tres días de actividad, en Temuco (Padre Las Casas), huerto Arándanos del Sur; en Osorno, predio El Avellano; y en Los Ángeles (Virquenco) predio Santa Berta.
Esta actividad formó parte del proyecto “Formulaciones comerciales de entomopatógenos para el control del cabrito Aegorhinus nodipennis en huertos de arándano convencional y orgánico” financiado por Innova Chile de Corfo y por la empresa Hortifrut Chile S.A.
El Director del proyecto, el ingeniero agrónomo Dr. Ernesto Cisternas, investigador del INIA La Cruz aseguró que en la última década este insecto pasó a ser una plaga que es necesario manejar. “Ataca diferentes variedades comerciales de arándano siendo las más afectadas Legacy, BlueCrop, Duke y Elliot. El mayor daño a las plantas es generado por las larvas, las que se alimentan del cuello y raíces, horadando las estructuras de la planta”, explicó el especialista. Además, alertó el experto sobre los síntomas que se manifiestan en la planta. “Decoloración del follaje, amarillez y enrojecimiento precoz, caída de follaje y menor calibre y producción de fruta”.
El potencial que ofrece el control microbiano en curculiónidos es fundamental dijo el especialista. El mercado, enfatizó el entomólogo, “es cada vez más exigente respecto a la inocuidad y ausencia de residuos de productos químicos, donde la tendencia a consumir productos libres de residuos de pesticidas y de origen orgánico es cada vez mayor”.
Los beneficios del control biológico desde el punto de vista comercial son cada vez más aceptados. “El uso de esta tecnología es una solución inocua a los problemas generados por plagas ya que son métodos nobles y limpios de manejo para paliar el daño que ocasionan las plagas en frutales como el arándano”, dijo el experto.
El equipo técnico de este proyecto lo componen Ernesto Cisternas Dr.; Andrés France Dr.; Alejandro Morán; Irina Urtubia y los técnicos de campo y laboratorio Anita Figueroa, José Montenegro y Patricia Véliz del INIA La Cruz.