Carlos González tiene 73 años, es nacido y criado en la localidad de Longotoma en La comuna de La Ligua y hace un tiempo la antigua casa en la que vivía junto a su familia dejó de presentar las condiciones de un habitar seguro para este adulto mayor, así como tampoco para su señora, hija y nietos. Debido a esta situación, es que inició la postulación al Subsidio de Habitabilidad Rural DS-10 que les permite hoy contar con una nueva vivienda, que incluye una ampliación de un tercer dormitorio en el mismo terreno donde ha vivido toda su vida.
“Es lo más lindo que se pudo haber visto porque la otra casita estaba bien malita, así que ahora estoy realmente agradecido por poder esta casa nueva. Agradecido estoy, por todo esto”, comentó don Carlos al recibir las llaves de manos de la Seremi MINVU de la región, Belén Paredes, quien en su primera salida a terreno desde que asumió el cargo, visitó esta provincia para encabezar estas entregas.
Muy cerca de don Carlos, está la nueva vivienda de su tocayo, Carlos Marchant, un joven de 24 años, quien también ya es propietario con la ayuda del MINVU. Su casa presenta características accesibilidad universal para que este beneficiario pueda transitar de forma óptima todos los espacios. También el baño está completamente acondicionado para personas con movilidad reducida.
Al respecto, la seremi Minvu Valparaíso, Belén Paredes destacó que,
“El programa de Habitabilidad Rural, es una política habitacional muy sentida por las familias, sobretodo de estos sectores como Longotoma, donde podemos aplicar este tipo de subsidios, pues está destinado a familias que viven en ruralidad. Hoy nos sentimos muy contentas, porque pudimos entregar dos viviendas nuevas, completamente adaptada a las necesidades de Carlos, quien vive en una situación de discapacidad; y además a don Carlos, quien ya estaba habitando la vivienda, pudiendo constatar en ella, como ya se había convertido en un hogar. Estas son las señales que como gobierno queremos dar, viviendas de calidad para todas y todos” señaló la autoridad luego de estas significativas entregas.
Por su parte, los padres de Carlos Marchant se mostraron muy emocionados con esta obra y con poder concretar este anhelo de su hijo, que seguirá viviendo cerca de ellos pero ahora de forma independiente. Miryam Trigo dijo que
“Nosotros habíamos tratado de postular para ampliar nuestra casa y en el Serviu nos aconsejaron que postuláramos al niño para que la casa fuera apta para él. Así que dentro del periodo de cómo un año le salió la casa y otro más para que la entregaran, pero ya tenemos la llave en la mano”. Mientras que su padre, Juan Carlos Marchant, entre risas sostuvo que espera ser invitado de visita donde su hijo y agregó que “esta vivienda conserva los aspectos de la zona, como las casas antiguas, que eran las primeras que se levantaron y quedan algunas por ahí y se ha tratado que no se pierda y que se conserve la historia”.
Es por este motivo que, por ejemplo, estos proyectos incluyen un corredor, que es propio de la arquitectura local en el Valle de Longotoma, y que abren la vivienda al exterior. Mientras que también en su construcción se incluyeron elementos térmicos para que sean más frescas en el verano y más abrigadas en los meses de frío. Ambas construcciones son de un piso y tienen 68 y 60 metros cuadrados respectivamente.
Ambos beneficiarios trabajaron en conjunto con la Municipalidad de La Ligua, quien actuó como la Entidad Patrocinante de estas obras y cuyos funcionarios han realizado también el acompañamiento social y técnico en este proceso, en conjunto con los profesionales de la Oficina Local de Serviu en La ligua.