En marzo de este año el Submarino SS-22 “Carrera”, una de las cuatro Unidades submarinas de la Armada de Chile, realizó en el astillero ASMAR su cuarto ciclo de mantenimiento programado desde su incorporación al servicio el año 2006.
Con ello, la unidad quedó completamente operativa para su segundo despliegue en su bitácora en el hemisferio norte del Océano Pacífico, el que requería una operación segura y eficiente por casi cinco meses y donde su dotación de 43 hombres debía recorrer, aproximadamente, 13.000 millas náuticas (poco más de 24.000 kilómetros, equivalentes a recorrer Chile de Arica a Punta Arenas más de 5 veces) y permanecer más de 1.700 horas sumergida.
El desafío era una nueva edición de la operación “DESI” (Diesel Electric Submarine Initiative), programa creado por la Armada de Estados Unidos con el objetivo de proveer un entrenamiento antisubmarino avanzado y realista a sus unidades de superficie, submarinas y aeronavales, considerando la participación de submarinos de tipo diésel eléctricos o convencionales de países amigos. Es así como desde 1994 la presencia de Chile en esta actividad ha sido recurrente y ésta es la decimosexta vez que la Armada de Chile cumple un rol activo con una de sus unidades, fomentando la confianza y la cooperación mutua entre ambas Armadas, las cuales comparten intereses y desafíos en la cuenca del Océano Pacífico.
Para el Comandante de la Unidad submarina, Capitán de Fragata Sergio Carter, esta nueva misión significó mucho en lo personal y profesional de la dotación,
“Esta es la cuarta vez que participo de DESI y la primera como Comandante, la dotación tuvo un excelente desempeño, pudimos cumplir todas las tareas que nos designaron y lo más relevante fue la interacción con la marina norteamericana en una serie de ejercicios de distintos niveles contribuyendo a las áreas de misión de la Armada de Chile. Este ejercicio genera un complemento en nuestra operación ya que Estados Unidos no posee este tipo de submarino para poder generar una amenaza real y a su vez nos sirve a nosotros para poder entrenar con los medios más modernos del mundo que son los que posee la marina norteamericana, eso en tiempo en la mar, la duración del ejercicio y las unidades involucradas genera un nivel de entrenamiento muy difícil de alcanzar para cualquier país de nuestro hemisferio”.
Para la Marina de EE.UU. es clave la concurrencia de Chile, ya que ellos no poseen submarinos diésel-eléctricos, como sí lo es el “Carrera”, Unidad que resulta óptima para la realización de los distintos ejercicios y actividades, tanto en puerto como en la mar.
En la versión 2021 de “DESI”, el submarino chileno fue protagonista en operaciones de alta complejidad, abarcando escenarios de simulacro de siniestros a bordo; amenazas múltiples con portaviones nucleares, helicópteros MH-60R y aeronaves P-8; ejercicios antisubmarinos y entrenamientos de capacidad de transferencia de cargas livianas entre un submarino y helicópteros. Todas acciones orientadas a fortalecer y desarrollar tácticas de detección, clasificación y ataque.
Para la Armada de Chile resulta relevante ser un componente activo de “DESI”, ya que va en directa contribución al Área de Misión de “Cooperación Internacional y Apoyo a la Política Exterior”. Así como por lo que implica operar por períodos prolongados a más de 5.000 millas náuticas de nuestro país, lo que deja en manifiesto una capacidad de sostenimiento y conducción, fruto de un esfuerzo nacional conjunto de diversas organizaciones y empresas, tanto civiles como militares, para lograr una participación exitosa en medio de la delicada situación sanitaria existente.
En su retorno al territorio nacional, la dotación fue recibida el molo de Valparaíso, por el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Juan Andrés De La Maza y el Comandante de Operaciones Navales, Vicealmirante Alberto Soto.
El Almirante De La Maza destacó que
“La Armada de Estados Unidos, es una de las más modernas del mundo, ellos no cuentan con submarinos eléctricos o convencionales como se les conoce, tienen solo submarinos nucleares, por eso es importante para ambos países poder entrenarse con submarinos de este tipo. Para nosotros es de relevancia entrenar con los medios más modernos del mundo, con aviones p-8, sonoboyas, sonares de casco y sonares remolcados que comprueban la eficiencia de nuestros medios”.
Cabe mencionar que durante los extensos desplazamientos, hacia y desde el hemisferio norte, y gracias a sus sensores acústicos, ópticos y electromagnéticos, el Submarino “Carrera” materializó una presencia efectiva en la dimensión marítima del territorio y áreas de responsabilidad nacional de manera prolongada y discreta, patrullando cerca de 167.000 millas náuticas cuadradas (más de 309.000 kilómetros) de aguas de responsabilidad chilena en el Pacífico, ejerciendo una vigilancia activa y contribuyente para proteger los recursos nacionales en la Zona Económica Exclusiva (ZEE).