En 1997, y con el objetivo de reemplazar a los submarinos de la clase “Oberon”, la Armada de Chile firmó un contrato con el consorcio franco-español formado por DCN y Bazán, actualmente Naval Group y Navantia, para la construcción de dos Submarinos clase “Scorpéne”.
Uno de ellos fue el SS-23 “O’Higgins”, el cual el 9 de septiembre del 2005 izó el pabellón nacional por primera vez, tras cumplir con éxito su periodo de pruebas en el puerto de Cherburgo, Francia.
Su tránsito a Chile se inició el 17 de octubre de ese mismo año, y luego de 51 días de navegación, recaló a Valparaíso para el 12 de diciembre ingresar, definitivamente, a la Bahía de Concepción y a su puerto base en Talcahuano.
En sus 16 años al servicio de la Patria, el “O’Higgins” ha alcanzado un total de 256.970 kilómetros navegados y al mando del Capitán de Fragata Cristian Ahumada, sólo este 2021, ha recorrido más de 3.100 km. “Es un orgullo y siento que estoy en casa”, asegura el Comandante, quien anteriormente fue parte de la dotación de la Unidad desempeñándose como Segundo Comandante, Oficial de Armamentos y también de Operaciones.
“El principal desafío estando en 'pandemia' ha sido el mantener un alto grado de alistamiento operativo, con el arduo trabajo de todos los miembros de nuestra dotación en cada uno de sus cargos. Hemos implementando una serie de medidas sanitarias eficientes, de acuerdo a lo establecido por la Armada y la Fuerza de Submarinos, con el objeto evitar contagios a bordo y continuar con el cumplimiento de nuestras tareas”, explica el Comandante Ahumada.
Además el Oficial resalta que
“La dotación es agerrida, y al igual que los ‘leones’ de nuestro escudo, se ha caracterizado por demostrar un alto grado de profesionalismo, cohesión a toda prueba, entrega y fortaleza para enfrentar todos los desafíos, prestigiando nuestra especialidad y a la Institución”.
