Terminaron oficialmente las vacaciones para los más de mil jóvenes de primer año que iniciaron el año académico en la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (FIN-PUCV). Tras meses de descanso, tuvieron que cambiar el espíritu veraniego por la mochila y los cuadernos, para dar comienzo a una nueva e importante etapa en sus vidas.
Las diferentes Escuelas de la FIN-PUCV abrieron sus puertas para comenzar el año académico con un multitudinario saludo a los novatos 2016.Con nueve Escuelas de Ingeniería —Industrial, Civil, Química, Bioquímica, Eléctrica, Informática, Transportes, Mecánica y Construcción— la Facultad abrió sus puertas para dar inicio a las diferentes ceremonias de recibimiento realizadas, en las que no sólo las autoridades y cuerpo docente estuvieron presente, sino que, además, fue el momento para realizar actividades de integración y apadrinamiento con sus pares de cursos superiores. “Nuestro desafío está en integrar e incluirlos. Nosotros tenemos toda la intención de que se sientan parte de la Universidad”, señaló Bastián López, presidente del CAA de Ingeniería Civil Industrial.
PUCV: tradición en ingeniería
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso ha ido configurándose como una entidad líder en Ingeniería, no sólo en la región, sino que también a nivel nacional e internacional. Este factor fue un elemento decisivo para los nuevos estudiantes al momento de preferir nuestra casa de estudios frente a las otras instituciones de la Región. “Es una buena universidad, con tradición, recomendada y que ofrece una formación integral para los ingenieros”, fue la opinión generalizada de los nuevos alumnos de las diferentes escuelas.
José Ceroni, decano de la Facultad de Ingeniería PUCV, valida la tradición y prestigio que Ingeniería PUCV ha construido en los años. Sin embargo, no olvida que los retos para mejorar son diarios. “Nuestros desafíos son constantes, evolutivos y dinámicos en el tiempo. Queremos formar a los ingenieros que el país necesita para alcanzar el desarrollo y para eso estamos embarcados en un programa ambicioso, el que consiste en transformar nuestros procesos de formación y de vinculación con el medio para lograr el desarrollo del país”.
Los nuevos alumnos ingresan a las diferentes escuelas con una certeza: los rankings y las estadísticas avalan el trabajo que se realiza en la Facultad. “Normalmente, y según los números, los estudiantes que salen de nuestra Escuela, encuentran trabajo en un tiempo relativamente corto, y eso depende del esfuerzo que ellos pongan en el desarrollo de sus estudios y después de su motivación en la búsqueda de trabajo”, comentó Héctor Vargas, secretario académico de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, garantía que es respaldada con el exitoso proceso de acreditación que han vivido las carreras de la Facultad en los últimos años.
La PUCV no sólo es reconocida en el ámbito de la Ingeniería por formar profesionales con profundos y actualizados conocimientos, sino que también por proporcionar a Chile nuevas generaciones de ingenieros con habilidades integrales, capaces de ser un aporte para el país. “Los nuevos alumnos van a adquirir conocimientos acorde a las necesidades actuales de la profesión, y también habilidades blandas para el desarrollo de sus actividades”, recalcó Cecilia Montt, directora de la Escuela de Ingeniería de Transporte.
Innovación para el país
En cuanto al compromiso del Ingeniero con la sociedad, valor que transmite la Facultad a los estudiantes y que los nuevos alumnos comenzarán a conocer poco a poco, la Universidad desarrolla distintas instancias de participación y creación para hacer que la ingeniería emanada desde las salas de clases y talleres sean reales aportes a la sociedad. Por esto, desde el año pasado se está desarrollando el proyecto “Ingeniería 2030”, que busca generar innovación que impulse el crecimiento del país.
Este programa, financiado por Corfo y realizado mediante un consorcio con la Universidad de Santiago de Chile y la Universidad de Concepción, se configura como una puerta de salida para ideas interesantes que los alumnos, desde ya, pueden desarrollar junto a sus profesores en los diferentes espacios de trabajo de las escuelas.
El rol del Ingeniero de la PUCV no es solamente ingresar el día de mañana al mercado laboral. Los más de mil jóvenes que hoy ingresaron tienen una profunda labor social: contribuir al desarrollo de Chile. “El desafío de los estudiantes es adaptarse a los tiempos, fomentar el espíritu crítico, fomentar el afán de conocimiento y el compromiso social, porque la ingeniería civil es una carrera social”, comentó Alejandro López, director de la Escuela de Ingeniería Civil.
Para el éxito de programas de gran envergadura como “Ingeniería 2030”, se necesita de la participación y el interés constante de todos quienes forman parte de las distintas escuelas, porque, “los alumnos son la fuerza que mueve la universidad y en este sentido, la participación no está concentrada en los últimos años de estudio, sino que es permanentemente deseable a lo largo de toda la carrera”, afirmó el Decano de la FIN-PUCV.
Los nuevos estudiantes de Ingeniería de la PUCV son llamados a participar activamente de sus escuelas y a comprometerse con su futura profesión. Además, están invitados a compartir un “Encuentro al Atardecer”, en el Sporting de Viña del Mar.