Un antes y un después. Así, perfectamente, podría definir la joven usuaria de INDAP Región Valparaíso, Estefanía Contreras, su paso por la televisión abierta chilena, tras protagonizar uno de los reportajes del programa “Sabingo” de Chilevisión, en el que pudo mostrar el innovador emprendimiento agrícola que desarrolla en el sector El Higueral de la comuna de San Esteban.
“Me han llamado de distintas partes de Chile para felicitarme”, comenta con orgullo esta emprendedora de 29 años cuya historia de vida y, en especial la estrecha relación que ha forjado en los últimos años con el campo, generó positivos comentarios en la teleaudiencia que todos los fines de semana sigue el espacio de tevé.
Podría decirse que su amor por la tierra y la naturaleza es una cuestión genética, ya que su padre también fue agricultor y hoy, con 82 años de edad, ve con gran satisfacción el trabajo que está desarrollando su hija, a quien no solo le traspasó el terreno para trabajar la tierra, sino que también le heredó esa devota pasión por el campo que Estefanía no puede disimular.
Como joven, como mujer y como madre de un niño de 13 años y una niña de 11, esta emprendedora ha tenido que aprender a adaptarse y compatibilizar sus labores domésticas con las tareas del campo, sus estudios vespertinos de Comercio Exterior y ahora también los desafíos que le impone la 'pandemia'.
Apoyo de INDAP
Recién el 2020 comenzó a trabajar en el rubro agrícola con su emprendimiento “Todo Natural” y asegura que el apoyo que desde un comienzo le ha otorgado INDAP ha sido fundamental como ese necesario impulso inicial que requiere toda iniciativa.
“Empezamos el año pasado. Ingresé como usuaria INDAP y a los dos meses se gestionó el proyecto de un tranque acumulador que era una necesidad que teníamos por la falta de agua que hay. Empecé con choclos, porotos tiernos y porotos granados que fue la primera siembra. Ha sido importante que INDAP haya creído en mí y me haya apoyado”, comenta la joven agricultora.
En enero del presente año Estefanía se convirtió en usuaria del Programa de Desarrollo Local (Prodesal), gracias al cual ha podido recibir asesorías técnicas y la postulación a proyectos como el de la adquisición de un motocultivador, maquinaria que se adjudicó recientemente a través de un proyecto de inversión.
Otro proyecto que la tiene entusiasmada es el que comenzará a ejecutarse en julio próximo a través de CNR e INDAP, el que le va a permitir contar con riego tecnificado y paneles fotovoltaicos para extraer agua del tranque. “Es importante para nosotros la automatización, vamos a ocupar lo justo y necesario de agua”, explicó.
Innovación
Además se encuentra en la segunda etapa de postulación al concurso Jóvenes Innovadores 2021 de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) con un proyecto de invernadero con luces led que tiene como objetivo el cultivo de productos con valor agregado y el rescate de antiguas semillas.
“La idea es recuperar variedades de hortalizas que se han perdido como el tomate rosado, el tomate amarillo, el tomate pera, la sandía rayada, así como yerbas finas de cocina, para eso estamos empezando a trabajar con el restorán Quinta Cordillera de Los Andes, vamos a producir para venderle yerbas de cocina en variedades específicas”.
Pero en esta labor no ha estado sola, sus grandes apoyos han sido René Villa (57) amigo de su padre y actual socio con quien trabaja casi una hectárea de terreno para producir sus hortalizas y Manuel Sazo (82) que le ha aportado su experiencia y motivación “ellos han sido fundamentales. Con el amigo de mi papá nos hicimos cargo de la tierra y nos lanzamos en esta aventura y don Manuel nos ha traspasado la sabiduría y nos enseña los secretos que tiene el campo”, dice Estefanía.
Para comercializar sus productos dice que ha echado mano a su personalidad, perseverancia y al amor que tiene por la producción campesina. “Cuando tenemos cosecha cargamos la camioneta, nos paramos de lunes a sábado en la avenida principal de San Esteban con unos carteles hermosos que tenemos, incluso ya contamos con clientela”, dice. Actualmente está en proceso de siembra de habas, arvejas y cebollas y espera la cosecha para fines de agosto.
Uno de sus próximos pasos es poder contar con una sala de procesos para acceder a mercados más exigentes, su sueño es poder llegar a exportar sus hortalizas para lo que pretende usar los conocimientos que ha adquirido en su carrera como técnico en comercio exterior.
“Mi desafío es seguir creciendo, adquirir más tierra, cultivar productos con valor agregado, el rescate de variedades que se han perdido y nunca dejar la agricultura. Estoy feliz con este camino que he elegido, porque uno sale a trabajar libre, con un paisaje hermoso, con el amor que uno siente por lo que hace y todo eso te da energía”, afirma con emoción esta agricultora sanestebina.
“Esta usuaria es ejemplo de cómo INDAP está apoyando a las familias campesinas a través de sus programas de fomento. La crisis hídrica y sanitaria ha golpeado fuerte a nuestros agricultores y eso nos ha motivado a fortalecer el trabajo que desarrollamos para que puedan seguir con sus procesos productivos y puedan a continuar produciendo los alimentos esenciales para Chile”, precisó el director regional de INDAP, Fernando Torregrosa.