Este es un procedimiento que históricamente se ha realizado en el Hospital Eduardo Pereira, que por lo demás es el único establecimiento que lo lleva a cabo en la red asistencial del SSVSA. Al crearse la modalidad de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) en el Hospital, se adscribió esta cirugía, donde los pacientes llegan al Hospital durante la mañana, se operan y se van el mismo día a su hogar.
La cirugía se retomó gracias a una iniciativa de la unidad de Producción Quirúrgica, quien junto con la jefatura de Pabellón, dieron el vamos para poder reiniciarlo nuevamente, con las condiciones necesarias para evitar cualquier tipo de contagio para el paciente.
La cirugía consiste en la unión entre una arteria y una vena superficial de la extremidad superior con el objeto que esa vena crezca y tenga mucho flujo sanguíneo para que después los pacientes puedan dializarse conectando la vena desarrollada a través de unas agujas especiales a un filtro de diálisis.
Desde el punto de vista de la calidad de vida de los pacientes enfermos renales, la fistula arteriovenosa representa una de las mejores alternativas para el paciente. Se sabe que estos tienen menos complicaciones que otros pacientes que deben dializarse por otra vía, como son los catéteres de hemodiálisis.
“La fístula permite una mejor calidad de vida y sobrevida, porque logra una mejor calidad de hemodiálisis. La enfermedad renal crónica se ve a toda edad, prevalece en pacientes con factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión, diabetes o tabaquismo. Hay personas de mayor edad, por sobre los 45 años, pero la enfermedad también se puede desarrollar en pacientes jóvenes”, señaló el Dr. Felipe Alegría, Cirujano Vascular del equipo de Cirugía Vascular Periférica de HEP.
Las cirugías normalmente se realizaban de 3 a 4 en una mañana. Con la actual pandemia se están realizando 2 procedimientos a la semana desde que se retomaron en el mes de julio.
“Por la contingencia actual, tuvimos que dejar de hacerla para dar espacio a las cirugías urgentes, y a mediados de julio, se retomó con mucha fuerza. Hay que aclarar que esta cirugía si bien es importante, no representa ninguna urgencia. Esto es básicamente porque al momento de operar al paciente, se deben esperar al menos 2 meses que la vena crezca y tenga un buen desarrollo, para poder conectarla a la máquina de diálisis”, afirmó el Dr. Alegría.
Por su parte, cabe destacar el importante apoyo que han recibido por parte de la unidad de Hospitalización Domiciliaria, la cual va al domicilio directamente del paciente a tomarle una PCR antes de la cirugía programada, con el compromiso de que este haga un reposo estricto en su casa hasta el dia de la cirugía, que no salga para evitar el contagio.
“Esta es la mejor alternativa para una óptima diálisis. Es un proceso que sabemos es sumamente desgastador para la persona que se realiza este procedimiento clínico, por lo que esta ayuda es fundamental para nuestros pacientes”, señaló Angélica Sanhueza, directora del establecimiento.