Luego de meses en confinamiento, el estrés y la ansiedad son factores que debemos tratar a tiempo y así evitar problemas en la salud mental de las personas.
El extenso confinamiento que atravesaron las comunas de Valparaíso y Viña del Mar generó un cambio en la rutina, modalidad de vida y funcionamiento académico-laboral de las personas. Por este motivo, es esperable que tras meses de encierro se presenten conductas y procesos cognitivos poco habituales. En ese contexto, el doctor Humberto Pizarro, Jefe de la Unidad de Salud Mental del Hospital Dr. Gustavo Fricke SSVQ afirma que “es esperable que tengamos dependiendo de la personalidad de cada uno de nosotros distintos tipos de reacciones frente a este proceso de adaptación es esperable que tengamos ansiedad, nerviosismo, inquietud y cambio en la emocionalidad. Sin embargo, estos mismo síntomas que he nombrado, cuando lleguen a ser demasiado marcados, persistentes e interferentes con la capacidad de la persona de hacer su vida normal, lo que significa rendir en el aspecto académico, laboral familiar y relacional, si eso se ve muy interferido significa que su intensidad suficiente para ameritar una atención”, indicó el profesional.
Lo mismo ocurre con las personas que pasaron estos meses de cuarentena en espacios reducidos y con un gran número de familiares, sin acceder frecuentemente a espacios abiertos de manera transitoria. El Dr. Humberto Pizarro, hizo un llamado a “que las personas puedan exponerse al aire libre, a la luz del sol, tomando todas las medidas de resguardo recomendadas e incluso realizar actividad física con medidas adecuadas”. En esta línea, el portal www.gob.cl/saludablemente, permite resolver inquietudes en línea, acceder a pautas de alimentación y ejercicios, informarse sobre dónde pedir ayuda y revisar las recomendaciones para enfrentar la pandemia.
Continuidad de tratamiento y apoyo a los funcionarios
Una de las principales preocupaciones del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota y de la Unidad de Salud Mental del Hospital Dr. Gustavo Fricke fue mantener la continuidad del cuidado y la atención remota o presencial a pacientes hospitalizados o ambulatorios. Junto con esto, se mantuvo la entrega de medicamentos e intervenciones psicológicas se realizaron de manera constante durante la pandemia para evitar la interrupción de los tratamientos.
Además, hace unos meses la unidad de Salud Mental se encuentra realizando terapias individuales y trabajos grupales con los funcionarios de la salud que requieran apoyo durante este proceso. El doctor Pizarro argumentó que “brindamos atención clínica individual médica, psicológica y social para los funcionarios que lo requieran y además la Unidad de Salud Mental ha tenido que reestructurar su funcionamiento para proveer un protocolo de atención a los propios funcionarios durante períodos críticos de salud. En ese contexto, se han generado diversas instancias de conversación, intervenciones psicológicas con los equipos clínicos, actividades educativas y pausas activas junto a una profesora de educación física que son de breve duración pero de gran impacto para la salud física y emocional de los funcionarios”, señaló el especialista.