En Concepción se realizó la primera reunión de la Comunidad de Innovación de Incendios Forestales (CIIF-Chile), que ha sido catalogado como el esfuerzo comunitario más grande visto hasta hoy a nivel mundial para enfrentar el problema de los mega incendios forestales.
Con una inversión de 21,5 millones de euros, y una agenda de trabajo a cuatro años, la meta es dotar a la Unión Europea de la capacidad de evitar el colapso frente a estos nuevos mega incendios, mediante la identificación, el desarrollo y el despliegue de medios innovadores, que promuevan la integración de paisajes y comunidades, nuevas aplicaciones tecnológicas y enfoques operativos.
Esta primera actividad que tenía por objetivo explicar las metodologías de trabajo, contó con la participación de autoridades comunales y regionales, representantes de la academia, de la sociedad civil y de las empresas forestales.
El Gobernador de la Región del Biobío, Rodrigo Díaz, se refirió al desafío que plantea este tipo de desastres a la autoridad.
“Algo distinto tenemos que hacer. Los políticos tenemos que escuchar las respuestas a las que lleguen instancias como estas. Talleres como estos ilustran la discusión política.”
La mirada de la academia provino del profesor e investigador de la Universidad de Chile y del ISCI, Andrés Weintraub, quien destacó la heterogeneidad del grupo.
“Hay pocos lugares en el mundo en el que uno pueda reunir un grupo tan diverso y calificado. Esperamos identificar entre todos, las cosas que sabemos no están bien, dónde queremos estar, cuáles son las brechas entre estos dos puntos y cuáles son las acciones que debemos tomar para resolverlas y reducirlas.”
El presidente de la Corporación Chilena de la Madera, Juan José Ugarte, destacó la gravedad de los incendios que ocurrieron este año y la necesidad de realizar actividades como estas, que permiten compartir conocimientos y arribar a diagnósticos comunes.
“Por qué Chile, porque tenemos experiencia en incendios y en desastres naturales y somos uno de los cinco países más afectados por el clima.”
Finalmente, el jefe del Departamento de Protección de los Bosques de CORMA, Ramón Figueroa, comentó:
“Debemos entender que, si no trabajamos en equipo, de manera integrada, los daños serán mucho peores. En esta temporada hubo incendios que corrieron a 18 kilómetros por hora y eso es algo imposible de combatir.”
Por qué Chile
Las lecciones aprendidas luego de los grandes incendios forestales ocurridos en el país en 2017, impulsaron el fortalecimiento del sistema y coordinación de organismos públicos y privados, lo que a nivel mundial posicionó a Chile como un actor relevante en la entrega de conocimientos en prevención, combate y control en este tipo de emergencias.
Lo anterior, fue una de las razones para que FIRE-RES (Resiliencia al fuego), proyecto de la Unión Europea (UE) y coordinado por el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Catalunya (CTFC), decidiera integrar a Chile por la labor que vienen desarrollando para enfrentar los incendios forestales.
El objetivo de FIRE-RES será incorporar en Chile cada una de las experiencias vividas por los participantes, con el fin de preparar de mejor forma a las comunidades ante los mega incendios forestales, a través de acciones de innovación y tecnologías en gestión de emergencia, paisajes, economía, gobernanza, sociedad, comunicación y conciencia del riesgo.
Chile es el único país fuera de la Comunidad Europea que está en este proyecto, donde participan 35 instituciones provenientes de 11 países de la UE (España, Suecia, Noruega, Bulgaria, Francia, Grecia, Alemania, Países Bajos, Portugal e Italia) y para su implementación tiene una inversión de más de 21,5 millones de euros (18.560 millones de pesos).
Con una agenda a cuatro años, FIRE-RES deberá dotar con información a la UE, para evitar el colapso frente a los mega incendios, mediante la identificación, desarrollo y despliegue de medios innovadores, que promuevan la integración de paisajes y comunidades, con nuevas aplicaciones tecnológicas y enfoques operativos.
En Chile, las instituciones encargadas de implementar el programa en el territorio, son: el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) de la Universidad de Chile, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la Corporación Chilena de la Madera (CORMA).