En el marco de acuerdos entre la Armada de Chile y la Armada de la República Argentina, a partir del Tratado de Amistad de 1984, esta semana comenzó en la región de Magallanes el Ejercicio Combinado “Viekaren XV”, cuyo propósito es entrenar y verificar el estado de respuesta e interoperatividad de unidades y aeronaves navales, tanto chilenas como argentinas, con presencia permanente en la zona sur.
En el simulacro combinado que se desarrollará hasta este sábado participarán cerca de 200 efectivos navales de ambos países, destacando la presencia de 3 buques de la Armada nacional y un helicóptero.Dadas las características del ejercicio, este año se incrementará la participación de las partidas de buzos y salvataje, debido al grado de dificultad de la operación. En el ejercicio participan las unidades navales PSG Sibbald e Isaza y el LSG Alacalufe, además de un helicóptero naval. En tanto, el vecino país dispone de 4 buques y un avión. Estos esfuerzos tienen como objetivo prevenir y estar preparados para accidentes medioambientales que pudieran registrarse en la zona.
El ejercicio, contempla escenarios ficticios de situaciones de emergencia, tales como, apoyo humanitario; control naval de tráfico marítimo; búsqueda, rescate y salvamento marítimo. El simulacro de emergencia, lo protagonizará un buque del que sólo se conocerá su nombre, y sobre el cual las unidades chilenas y argentinas deberán encontrar su posición para enfrentar una maniobra de control de contaminación, debido a un derrame de combustible de envergadura.
“Tras 15 años de ejecución de este ejercicio Viekaren, que significa “confianza”, el objetivo es crear mayor interoperatividad posible y conocernos más”, señaló el Capitán de Navío Gabriel Galeazzi de la Armada Argentina, Jefe de Estado Mayor del Área Naval Austral.
Ambas Armadas comparten desafíos comunes respecto de las emergencias en una zona de alto tráfico marítimo, donde resulta esencial compartir experiencias y estandarizar procesos. “Este ejercicio incrementa las capacidades de la orden permanente de procedimientos para enfrentar emergencias en el área del Beagle”, agregó el Comandante Argentino.
En tanto, el Capitán de Navío de la Armada de Chile, Patricio Espinosa detalló que el ejercicio se viene planificando desde el 20 de julio. “Una vez que zarpen los buques, todas las situaciones que se van generando en el ejercicio son reales y deberán saber cómo actuar, exceptuando el ejercicio de control de contaminación que es simulado, evitando el derrame de hidrocarburos. Sin embargo, las unidades deberán desplegar barreras de contención y atenuar los impactos que tenga la emergencia”, especificó el Comandante del Distrito Naval Beagle de la Armada de Chile.
Ambas autoridades navales coincidieron en que las principales dificultades radican en los factores meteorológicos y geográficos de la zona. “Hay siniestros que ponen en riesgo la vida humana en el mar y eventuales desastres ambientales. Como son accidentes, nunca se sabe cuándo van a ocurrir y hay que estar preparados”, precisó el Comandante Espinosa.