“La propuesta del A_COVID_19, puede ser construido con elementos muy simples, reciclados y que generalmente tenemos en nuestros hogares, a costo prácticamente cero. La innovación está en los pliegues de la parte inferior, que generan una mejor barrera frente a otros diseños similares”

El clásico documento de la tesis de antaño que se entregaba para la revisión final ahora puede tener un uso diferente. Su mica y su anillado lo pueden ayudar a prevenir el contagio del #Covid19. Así lo demostró el diseñador Alejandro Rodríguez, director de Relaciones Institucionales de la Universidad de Valparaíso, quien fabricó su propio escudo facial, denominado A_COVID_19, lavable y completamente impermeable con esos materiales reciclados.

Un documento con mica y anillado en espiral basta.

Según Rodríguez “el escudo es sencillo de construir, basta tener algún informe anillado con espiral. Se desarma el anillado y se marcan tres semicírculos en el lado contrario a las perforaciones. Esto se hace utilizando un plato y una lima o un cuchillo por el lado sin filo. La idea es que se marque, pero que no se corte. Luego, se dobla en cada círculo, siguiendo la guía. Para finalizar, se hacen dos perforaciones en los costados laterales y se inserta el resorte de plástico del anillado”.

El director de Relaciones Institucionales UV explica: “Como diseñadores estamos permanentemente observando nuestro entorno. Frente a la escasez de mascarillas y a la discusión acerca de la eficacia que tendrían las mascarillas de tela u otros materiales similares, que se humedecen y pierden sus propiedades de constituirse en barreras, pensé en cómo disponer de una mascarilla de fácil construcción con materiales que todas las personas pueden tener en casa y con un material que no perdiera sus propiedades de barrera”.

“Imaginé un escudo facial que cuya construcción no fuera sofisticada para asegurar una auto construcción y usando materiales reciclables. La idea es que todos sean elementos que están a la mano. Por eso, para hacer la marca de los semicírculos que permiten guiar los pliegues, se sugiere el uso de platos y no se utiliza un compás”, agrega.

Respecto del uso, Rodríguez indica que el escudo casero “está pensado en personas comunes y corrientes que requieran protegerse del contagio por COVID_19 y eventualmente para personal de salud, en la medida que no haya disponibilidad de otro tipo de escudos faciales de mayor sofisticación. La necesidad es protegerse de las gotas exhaladas por las personas contagiadas, como también puede servir para que las personas contagiadas no transmitan la enfermedad mediante la vía oral, ya que el material ofrece una barrera completamente impermeable. Por otra parte, los pliegues en curva le dan estructura y mayor protección al actuar como corta gotera”.

Como diseñador, Rodríguez indica que “se trata de una propuesta simple, económica, lavable y, por lo tanto, reutilizable, que se puede construir con elementos y herramientas sin tecnologías de alto costo, utilizando sólo una lámina y los pliegues le otorgan estructura y rigidez, el espiral actúa como resorte y tensa la superficie adaptándola a la cara. Es transparente, permite ver la cara completa de la persona, por lo cual genera mayor confianza en la comunicación. Es mejorable, como todo diseño, no tiene nada de sofisticado, puede ser construida por cualquier persona, es rápida de producir y recicla materiales”.

“La propuesta del A_COVID_19, puede ser construido con elementos muy simples, reciclados y que generalmente tenemos en nuestros hogares, a costo prácticamente cero. La innovación está en los pliegues de la parte inferior, que generan una mejor barrera frente a otros diseños similares”, añade.