Nos parece incomprensible que una institución como Agetremar, que ha trabajado durante años junto a los pescadores artesanales, se ponga de lado de la industria en este preciso momento histórico en que se está discutiendo en el Parlamento la posibilidad de que el arte de pesca de la jibia sea exclusivamente con potera y línea de mano.
Sin ir mas lejos hace poco mas de dos años era la misma Agetremar quien, en alianza con los pescadores artesanales jibieros, marchaba por las calles de Valparaíso para dar respaldo a esta moción parlamentaria.
La única explicación que encontramos para este cambio de posición es la influencia que en esta organización ejercen los dueños de las plantas de proceso mas grandes de la región y que además son dueños de embarcaciones industriales.
El distanciamiento de la pesca artesanal y la falta de transparencia hacia sus asociados de la presidencia de Agetremar quedan demostrado en las declaraciones públicas y cartas emitidas, como así mismo por el rechazo que ha ocasionado entre los propios socios de Agetremar sus lamentable dichos, por haberlos realizado sin la debida consulta.
No entendemos como Agetremar, que durante años se ha nutrido del trabajo de los pescadores artesanales de la región de Valparaíso, ahora aparece declarando que “la flota industrial siga capturando jibia con arrastre no es hoy día un problema para nosotros”, dejando un mensaje claro de apoyo una de las artes de pesca más destructivas y que ha causado la desaparición de numerosas pesquerías en nuestro país.
Es muy difícil de comprender para nosotros, los pescadores artesanales, que Agetremar avale la pesca de arrastre, que ha exterminado la merluza y que seguramente hace veinte años atrás “no era un problema”, pero ahora vemos como la merluza común desapareció de nuestras costas y de la mesa de las familias chilenas.
Seguramente Agetremar no conoce el popular refrán “pan para hoy, hambre para mañana” y con su declaración sólo demuestra un peligroso acercamiento hacia los intereses industriales, que buscan depredar en forma rápida nuestro mar para poder seguir llenando las cuentas corrientes de las siete familias, que con esta Ley de Pesca, se han enriquecido a niveles irracionales.
La pesca artesanal ha nutrido y seguirá nutriendo de jibia a las plantas procesadoras de la región y con la exclusividad del arte de pesca de potera y línea de mano se asegura que el recurso estará por años junto a nosotros y no desaparecerá como ha sido el impactante caso de la merluza común y otras pesquerías.
Argumentos cómo la supuesta cesantía o la falta de capacidad para cumplir con los desembarques que las plantas procesadoras necesitan es una campaña del terror que la industria ha liderado a través de una tremenda arremetida comunicacional y que no tiene ninguna veracidad técnica o científica. La única culpable de la cesantía y del cierre de las plantas procesadoras ha sido y será la pesca de arrastre, catalogada como una de las más depredadoras a nivel medioambiental que existen en la actualidad y que es prohibida en muchos países.
La Federación de Pescadores Artesanales Nuevo Amanecer llama a recapacitar a Agetremar para que se den cuenta del grave error histórico que están cometiendo al asociarse directamente con la industria y al justificar el uso de la dañina pesca de arrastre y los insta a unirse en este duro trabajo que ha significado por más de cinco años luchar para proteger el “último pedazo de pan” que la industria dejó en el mar para los artesanales.
Creemos que la industria ya ha comenzado un arduo trabajo para poder influenciar no sólo a los ntegrantes del Parlamento (como lo hizo con a Ley de Pesca, sino que también a instituciones que históricamente han trabajado junto a los pescadores artesanales para impedir este avance histórico que se está logrando con la jibia y continuar trabajando de una manera sustentable y armónica con nuestro mar.