Una de las imágenes que más llamó la atención después del terremoto del 27 de febrero de 2010 fue la de Juan Marcus Schwenk, ingeniero civil y docente de la Universidad del Bío-Bío, posando junto al edificio de madera que alberga las oficinas de su estudio de ingeniería JMS, ubicado frente a la Laguna Grande, en San Pedro de la Paz en la Región del Biobío.
El Ingeniero Civil, Juan Marcus, autor de la emblemática construcción de 4 pisos en Concepción y pionero en Chile en levantar edificaciones de madera, sostiene que a una década de la fatídica noche, la construcción en madera todavía es poco valorada en nuestro país.
En esa oportunidad, el profesional ofreció entrevistas a diversos medios de comunicación del país, en donde destacó las propiedades de la madera como elemento constructivo. Entre ellas, que es un material flexible que soporta terremotos, lo fácil que es manipularla y la rapidez con la que se pueden levantar edificios.
Otra ventaja, añadió, es que tratadas de la manera correcta, las construcciones de madera pueden durar muchos años, ya que sólo deben protegerse del sol y la lluvia. Incluso resisten la acción del fuego debido al proceso industrial al que se someten los paneles.
Sin embargo, a una década de esa fatídica noche, la construcción en madera todavía es una práctica poco valorada en nuestro país que todavía debe vencer estigmas culturales, dijo Marcus.
“Hay que vencer dos problemas: uno es el tema cultural, porque la gente asocia la madera tradicionalmente a una vivienda de segunda clase o a una cabaña, por eso también se hace la diferencia con el hormigón y se habla que es un material sólido. El otro problema es que la construcción en madera para edificaciones en altura no está normada; nosotros los ingenieros diseñamos, proyectamos y calculamos edificios en base a las normas, pero éstas no están ajustadas para los sistemas de entramado de madera que permiten edificaciones de hasta tres pisos”, detalló.
El edificio de madera que alberga las oficinas de la consultora JMS se construyó en 2005 utilizando un sistema similar al Cross-laminated timber (CLT), el que consiste en pegar capas de madera longitudinal y transversal para formar un bloque que se corta en paneles y permite levantar las estructuras de manera rápida, segura y confiable. Hoy, este es el más utilizado y se ha replicado en otras estructuras del Biobío como el techo de la piscina temperada del Centro Deportivo Llacolén, construcción de bodegas o en la pasarela que conecta la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) y el instituto Duoc.
Juan José Ugarte, presidente de la Corporación Chilena de la Madera CORMA, indicó que “Chile por su sismicidad permite contar con muchos datos y experiencia acumulados a lo largo del tiempo, muy valiosos para desarrollar la ingeniería estructural. Y esta estructura de madera, esta edificación, ya estaba en pie antes del terremoto del 2010 y sigue prestando las mejores condiciones de habitabilidad hasta el día de hoy para sus usuarios. Aquí está el futuro de la construcción en Chile, construcción sustentable, en madera, amigable con el medio ambiente y que entrega la mayor calidad de vida a sus futuros habitantes".
En efecto, después del terremoto de 2010, Juan Marcus y su equipo retomaron rápidamente sus labores diarias, porque al edificio no hubo que hacerle reparaciones: sólo hubo que ordenar los muebles.
Para el investigador la conclusión es clara: “Biobío debería estar mejor posicionado en estas iniciativas porque tienen la materia prima aquí mismo: tiene los aserradores, las plantas de secado, tiene las universidades que enseñan a los estudiantes cómo diseñar y construir en madera, cosa que no se da en otras regiones del país”.