Su primera comisión 2015-2016 de logística y de reaprovisionamiento de bases cumplió el buque “Aquiles” en la Antártica, trasladando a las bases de ese continente materiales de construcción y víveres para el personal apostado en ellas.
19 contendores, gasolina, víveres frescos y congelados, materiales de construcción y carga a granel fueron transportados hasta el continente blanco en apoyo a los científicos y uniformados nacionales y extranjeros que marcan presencia en la Antártica.En Bahía Fildes fueron desembarcados contenedores, cilindros de gas, motos de nieve, gasolina y carga a granel para abastecer a la Gobernación Marítima, la Base Eduardo Frei, la Base Escudero, y la Base Arctowski.
La unidad también recaló a bahía Chile para desembarcar, tanto en la base Maldonado de Ecuador como en Base Prat, de la Armada, contenedores con materiales de construcción, víveres frescos y congelados, sorteando en este lugar una inusual cantidad de hielo en la bahía, lo que dificultó la maniobra de descarga y puso a prueba el ingenio del personal a cargo de la tarea. Hasta este lugar fueron trasladados también la brigada de reparaciones de Base Prat y la dotación ecuatoriana que permanecerá en su base por los próximos cuatro meses.
Por último, el “Aquiles” llegó hasta la rada Covadonga, en el continente antártico, para reaprovisionar a la Base O'Higgins y a su personal con 8 contenedores, carga a granel y gasolina.
Para el Capitán de Fragata de la Armada Rodolfo Yáñez, Comandante de la unidad, “estas comisiones son complejas porque el buque es grande y la dotación numerosa, pero es un excelente desafío profesional. La Antártica normalmente es una zona de operación compleja por la meteorología, pero este año en particular no se habían deshielado las bahías, lo que dificulta entrar con los botes de goma y contenedores. El trabajo es muy demandante porque la faena no para, solo se busca la ventana de tiempo adecuada, cuando el viento lo permita, llegando a realizar faenas de 20 horas continuas”.
El Marinero 1° Leonel Vergara, además de ser el señalero del buque, ya tiene dos comisiones antárticas a su haber. Para él, “la experiencia es muy buena, porque ir a la Antártica, conocer otros lugares y otras personas son experiencias que uno guarda y quiere. El trabajo es cansador y las navegaciones son largas, pero la tarea se cumple y los objetivos se logran”.
Durante estas comisiones el Marinero Vergara también se desempeña en la cubierta del buque en las faenas de carga y descarga de contenedores: “el frío y la adrenalina de ese trabajo hace que al final seamos todos un equipo y se cumple todo lo que hay que hacer. Cuando llegué al buque no tenía ningún conocimiento, pero ahora uno tiene mucho más experiencia, las faenas son más rápidas y más eficientes”, sostuvo.
El buque “Aquiles” volverá a la zona austral en enero del próximo año para participar en la celebración de los 400 años del descubrimiento del Cabo de Hornos y luego realizar la última comisión antártica de la temporada, durante la cual se cerrarán las bases temporales presentes en el continente blanco.